Un jardín y una historia de curación (y memoria) de un sobreviviente de las torturas de la dictadura paraguaya

Un jardín y una historia de curación (y memoria) de un sobreviviente de las torturas de la dictadura paraguaya

Tráiler de “Guapo’y”, de Sofía Paoli Thorne

guapo yla película dirigida por Sofía Paoli Thorneno sólo cuenta la vida de Celsa Ramírez Rodasuna valiente mujer paraguaya, pero también ilumina los oscuros recuerdos de una dictadura que marcó a toda una nación.

Imagen de archivo del director de cine alemán Win Wenders (Foto: EFE/CLAUDIO PERI)Le puede interesar: Wim Wenders, “un gigante del cine”, recibirá el Premio Lumière

Celsa, a sus 72 años, encuentra consuelo en las hierbas de su frondoso jardín, un rincón sanador donde las sombras de un pasado marcado por la cárcel y la tortura durante la dictadura de Alfredo Stroessner en el campo de concentración de Emboscada. Junto a su madre, su pequeño hijo y compañeros de prisión donde la sombra de un frondoso Guapo’y era su refugio. Sin embargo, el olvido acecha, amenazando la curación de Celsa y la memoria de un pueblo sometido a un olvido impuesto.

Esta conmovedora historia llegó a manos de Sofía Paoli Thorne a través de un recorte de periódico titulado “Canciones de cuna en las mazmorras de Stroessner”, que aborda el nacimiento de niños encarcelados durante la dictadura en Paraguay. El director, un exiliado peruano que llegó a Paraguay poco después del golpe de 1989, sintió una fuerte conexión con estas historias. guapo y Para ella representa la confirmación de que las historias nos buscan y nos encuentran. A través de Celsa, Sofía aprende la importancia de la lucha colectiva y la necesidad de afrontar los recuerdos dolorosos para sanar.

Celsa Ramírez mostró su proceso de curación de su doloroso pasado a través de plantas (Crédito: Federico Pozzi)Celsa Ramírez mostró su proceso de curación de su doloroso pasado a través de plantas (Crédito: Federico Pozzi)

El protagonista de esta poderosa historia, Celsa Ramírez RodasNació en Paraguay en 1950. Su vida está entrelazada con la lucha de sus padres en el Partido Comunista paraguayo y con los horrores de la dictadura. La historia de Celsa se nutre de testimonios de vida de María Lina Rodas y Derlis Villagraquienes compartieron este viaje marcado por la dictadura y aportan sus voces a esta poderosa narrativa.

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guapo y tuvo su estreno mundial en el año 35 Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA), donde recibió una Mención Especial del Jurado. La película también destacó en el puesto 26. Festival de Málagallevándose a casa la Biznaga de Plata a la Mejor Dirección en la Sección Oficial Documental.

Sofía Paoli Thorne, directora del documental, entabló una relación muy estrecha con el protagonista (Crédito: Federico Pozzi)Sofía Paoli Thorne, directora del documental, entabló una relación muy estrecha con el protagonista (Crédito: Federico Pozzi)

Infobae Cultura Habló con el director y el protagonista que viajó a Argentina para estar presente durante el estreno del documental.

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—¿Cómo llegaste a la historia de Celsa?

Sofía: —Soy peruana, llegué a Paraguay muy joven, nos exiliamos con mi familia allí y siempre sentí una atracción muy fuerte por todo lo relacionado con la dictadura y la lucha por los derechos humanos. Cuando crecí trabajé haciendo documentales sobre temas sociales, soberanía alimentaria y con un grupo de compañeros teníamos un periódico alternativo. Uno de ellos escribió un artículo que me impactó mucho, el cual se tituló “Canciones de cuna en las mazmorras de Stroessner”, que trataba sobre varias madres que contaban la historia de sus hijos nacidos en el campo de concentración de Emboscada en la época de la dictadura militar. Lo leí varias veces, sentí que debía hacer algo con él, pero no sabía cómo. Entonces lo dejé y cinco años después comencé a leer más libros y archivos sobre verdad y justicia y entre mis cosas encontré ese recorte de periódico. Me conmovió, pero de una manera totalmente diferente, ya era mamá, tenía a mi hijo de un año y él me impactó de una manera muy fuerte. A partir de ahí me surgieron muchas dudas, muchas preguntas y necesitaba ir a buscar a Celsa, para poder hablar y conocer su lucha. A partir de ahí empezamos a ser muy buenos amigos, a hablar de nuestros hijos, nietos y encontramos cosas en común como el amor por las plantas.

—¿Cómo fue ese primer encuentro?

Celsa: —Cuando vino a mi casa a hacer la primera entrevista empezamos a hablar de muchas cosas, pero nada profundo, no fue una entrevista típica, sino que fue algo más relajado. Poco a poco empezó a filmar y de repente me dijo que estaba pensando en hacer una película, a mí me pareció algo gracioso, no creía que fuera cierto. Dije que sí, porque noté un verdadero interés en ella y sobre todo porque si bien es mi historia, muestra cómo fue el pasado de muchas personas que estuvieron en prisión durante la dictadura. Muchas mujeres que tuvieron a sus hijos mientras estaban detenidas. Es un deber moral contarlo, no para convertirse en víctima, sino para dar cuenta de cómo era aquel régimen que no respetaba los derechos humanos de sus ciudadanos, donde no se respeta el pensamiento diferente. Es peligroso que la gente no conozca su pasado porque puede repetirse.

GuapóGuapo’y” logra el desafío de recordar en un país marcado por el olvido y el miedo

—¿Qué está pasando hoy en Paraguay con el tema de la memoria?

Celsa: —No es fácil porque se han olvidado muchas cosas. Durante la dictadura se inculcó mucho miedo y no se metan, y esa actitud aún se mantiene. Por suerte, hay compañeros firmes en esa lucha, a pesar de todas las dificultades, intentando encontrar los cuerpos de los desaparecidos e identificarlos. Es terrible saber que hace más de 33 años que cayó la dictadura y sólo cuatro cadáveres fueron identificados. Todavía no perdemos la esperanza, recibimos mucho apoyo de Equipo Argentino de Antropología Forense, como en Paraguay no hay apoyo del Estado, es todo muy fácil. Colegas muy respetables como Rogelio Goiburu Están trabajando incansablemente para identificar a más personas desaparecidas.

Sofía: —Lo que pasó en Paraguay, a diferencia de otros países, es que cuando cae la dictadura, el poder lo toman los mismos políticos que la apoyaron y ese mismo partido político sigue gobernando hoy. Hay tanto olvido que incluso hemos tenido como presidente de la república al hijo del secretario privado del dictador Stroessner. Los discursos constantemente elogian la era de la dictadura de manera muy abierta. En los libros de historia no se menciona la dictadura y sus víctimas, se menciona como una época de paz y progreso, con grandes logros de un general, no de un dictador. Por eso es muy difícil trabajar la memoria. Tenemos muy pocos museos, no hay espacios para la memoria, de hecho el campo de concentración de Emboscada hoy es una prisión. Siempre ha habido una intención de borrar todo lo vivido.

—¿Cómo surgió la idea de contar esta historia a través de su relación con las plantas?

Sofía: —Una de las cosas que más queríamos lograr con la película era sumergirnos poco a poco en ese mundo de las plantas, de las raíces, para luego ir a la historia de Celsa y su proceso de curación. Esa relación que Celsa tiene con las plantas puede ser una puerta de entrada para que muchos se sientan identificados y puedan conocer su historia desde otro punto de vista. Que me pasó cuando la conocí, la busqué para hablar de su lucha, de su historia y encontré una hermosa historia de su vida actual. Me pareció muy importante el tema de la memoria, de hablar de lo vivido, pero a través de lo que estaba sucediendo actualmente. Me pareció que este proceso de curación era algo que nos involucra a todos.

En Paraguay, Sofía Paoli Thorne fundó Tekoha Audiovisual, que realiza proyectos con compromiso social (Crédito: Federico Pozzi)En Paraguay, Sofía Paoli Thorne fundó Tekoha Audiovisual, que realiza proyectos con compromiso social (Crédito: Federico Pozzi)

—¿Qué te pasa cuando repasas toda esta experiencia?

Celsa: —Me pareció muy interesante por su forma de abordar la película, haciendo un recorrido de todo lo que vivimos a través de pequeñas insinuaciones, haciendo esos testimonios fuertes pero a la vez reconfortantes. Agradezco porque es una historia que pasó en nuestro país, no es sólo mi historia. Hay miles de historias parecidas, por ejemplo, mi madre pasó diez años en prisión. Desde niña recuerdo que hacíamos campaña por la libertad de los presos políticos en Paraguay y cuando caí en prisión me reencontré con personas que ya llevaban 20 años detenidas por las que había luchado. Fue una emoción impresionante a pesar de todo el dolor. Me arrestaron estando embarazada y fui sometida a todo tipo de torturas, y mi esposo fue encarcelado, torturado y hasta ahora está desaparecido. La lucha continúa a pesar del agotamiento emocional.

—¿Cuándo lo estrenarán en Paraguay?

Sofía: —No hay muchas películas paraguayas que se estrenan en salas comerciales. En cualquier caso, el cine está creciendo como mercado, no fue hasta el año pasado que Instituto Nacional Audiovisual, pero tiene muy poco apoyo financiero, hasta el punto de que necesitamos absolutamente coproducciones para poder hacer películas que puedan salir internacionalmente y ser conocidas. No queremos ser pesimistas, pero el gobierno que acaba de asumir quiere eliminar ministerios y unificarlos, lo que no nos da muchas esperanzas de que tenga políticas de apoyo a la industria audiovisual. El 26 de octubre se estrenará en Paraguay. Para nosotros era muy importante que la película pudiera hacer primero una gira internacional, porque es difícil para los documentales, sobre todo los que tocan temas relacionados con la dictadura, conseguir salas y hacer una gira internacional permite generar mayor interés y para La prensa le presta atención, porque no es fácil estrenar películas en Paraguay.

—¿Qué pasó cuando proyectaron la película en otros países?

Sofía: —El estreno en Amsterdam fue realmente hermoso. Pudimos ir con Celsa y con Gabriela Cueto y Federico Pozzi, los productores. Realmente fue una experiencia muy linda, ganó una mención del jurado, pasó por Estados Unidos, Festival de Málaga, Uruguay, Francia, Perú, entre otros. Lo bonito es ese encuentro con el público y que lo pudo ver gente de todas partes, incluso de África, donde nos dijeron que se sentían identificados, que vieron la historia de sus madres en Celsa. Nos pasó que la gente quedó muy impactada, porque no sabían que la dictadura militar más larga estaba en Paraguay.

*“Guapo´y”, de Sofía Paoli Thorne, se estrenó el jueves 21 de septiembre y podrá verse en el Cine Gaumont (Avenida Rivadavia 1635, CABA), en el Cine Cosmos Uba (Avenida Corrientes 2046, CABA) y en el Centro Cultural Florencio Constantino (Belgrano 1260, Bragado, GBA).

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Source: pagasa.edu.vn

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