Los ganadores de “Buenos Aires en 100 palabras”, el concurso que recorre lo insondable

En el marco de la FILBA, el concurso Buenos Aires en 100 palabras tuvo su gala de premiación este domingoEn el marco de la FILBA, el concurso Buenos Aires en 100 palabras tuvo su gala de premiación este domingo

¿Cuántas palabras hacen falta para describir un territorio que, a primera vista, se percibe como insondable? Y si ese lugar para contar es una inmensidad caótica llamada Buenos Aires, ¿cuántas palabras, entonces, hacen falta? ¿Existe algún puente lingüístico –un cierto tipo de narrativa– que una a La Matanza con Vicente López con Merlo? ¿Hay una historia? El concurso Buenos Aires en 100 palabras -es su primera edición en Argentina pero ya tuvo su edición chilena hace dos décadas gracias a la Fundación Plagio- busca algo, aparentemente, imposible: desde lo minúsculo (unas pocas palabras) acceder a lo enorme (la provincia más grande de un país loco). Ayer se dieron a conocer los ganadores en un salón de la Fundación Santander.

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El lugar donde se desarrolla el hecho (Paseo Colón y Avenida Garay) está a una cuadra del Parque Lezama (recordemos la importancia que tuvo en la novela Sobre héroes y tumbas. de Sábato) y a tres cuadras del Bar Británico (recordemos lo fundamental que fue para el florecimiento del underground posdictadura en los años 80: fueron órgano de casa de Cerdos & Peces, El Parakultural, y otros). También cerca se encuentra San Telmo como zona actualmente casi desalmada pero que aún guarda (¿bajo los pocos adoquines que conserva?) algunos recuerdos de lo que significó el renacimiento artístico (Batato-Urdapilleta y Tortonés, por citar sólo tres). ) en el retorno a la democracia en Argentina. En ese sentido, es posible pensar que cada lugar guarda su propia historia que espera ser contada o que, definitivamente, quiere ser contada nuevamente. Las historias de una ciudad (o de un barrio o de un país) son tan importantes como la arquitectura y los sonidos: ser parte de la construcción de un imaginario (nuestra mente es permeable al arte) que construye una identidad siempre inclusiva. La memoria no excluye porque todos los cuerpos entran en las historias. Ahora bien: ¿fueron suficientes 100 palabras? Con el libro que contiene todas las obras seleccionadas sobre la mesa (los cien mejores cuentos según el jurado: Claudia Piñeiro, Fabián Casas y Carmen García Palma) una cosa está clara: la historia de un lugar es siempre un relato colectivo donde todas las voces aportan su onda de sentido, su teja de sentido, su granito de arena que tiene peso.

Buenos Aires en 100 palabras tiene su libro con 100 cuentos seleccionados del concurso Buenos Aires en 100 palabras tiene su libro con 100 cuentos seleccionados del concurso

De estos cien cuentos publicados surgieron los ganadores (que también recibieron su premio en dólares):

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Primer lugar: No puedes bajar más de roxana miguel (ilustración de Cristian Turdera); Mención de Honor: El pasaje de María Belén Molinaro (ilustración de paula maneyro); Mención de Honor: Rituales diarios de Marina Suárez (ilustración de Jazmín Varela); Mención de Honor: Maldito fruto diminuto, ¿cuándo vuelve al corazón? de Gianella Montero19 años (ilustración de María Elina Méndez); Categoría Joven: Bolos en la zona oeste de Catalina Vignola (ilustración de El watson).

Vale la pena leer el comienzo de estos (exitosos) textos:

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No puedes bajar más: Sale del metro y camina rápidamente por la Avenida de Mayo. Necesita quitarse los tacones que se le clavan en los talones.

El pasaje:Anillo. Nos vemos mañana, dice el profesor de historia. Nadie la escucha, todos queremos salir. Hoy me encuentro con Santi en el pasaje Butteler.

Rituales diarios: Leyendo el periódico sentada en ese banco, pasa las páginas lentamente, como si caminara con las bolsas de lo que será su comida. ¿Por qué volver si nadie te está esperando? Su casa está vacía de vida y llena de recuerdos.

Los ganadores del concurso reciben los premiosLos ganadores del concurso reciben los premios

Maldito fruto diminuto, ¿cuándo vuelve al corazón?: El vecino se empeña en mantener viva la planta que invade nuestra casa. Cuando fuimos a quejarnos, levantó un machete oxidado y nos amenazó. Con la caída del mal fruto que daba el manzano, aparecieron las hormigas.

Bolos en la zona oeste: Corrimos desde el coche hasta la entrada, esquivando la llovizna, colándonos en la cola lo más discretamente posible. Los Patova miraron nuestros documentos de identidad, claramente robados, y aun así nos dejaron pasar.

El escritor dijo Fabián Casas cuando subió a entregar uno de los premios: “Hay algo de esa gentrificación en los textos porteños en 100 palabras. Date cuenta de dónde están esos nuevos lugares donde se cuentan las cosas. Condensar una historia en 100 palabras es como un haiku, es muy poderoso”. También recomendó ver la serie. El alambre y el dos (ambos David Simón) para entender mejor de qué estaba hablando y dijo algo certero (recordando el nombre de un CD Los auténticos decadentes): “Esto demuestra que realmente cualquiera puede escribir”. Y eso enlazó muy bien con algo que dijo al principio: “Me encanta que haya una fundación relacionada con la literatura que se llama Plagio porque estoy a favor de eso y estoy en contra de la idea de originalidad, algo muy dañino”.

Juana Molina animó la entrega de premios con su música y leyendo los cuentos ganadores Juana Molina animó la entrega de premios con su música y leyendo los cuentos ganadores

Organizado también dentro de la 15ª edición de la FILBA, Buenos Aires en 100 palabras desde su página ofrece todos los textos en descarga gratuita para que cada lector decida cuánto se refleja esta parte del mundo en los escritos.

El cierre de la premiación estuvo a cargo de Juana Molina. Ella puso música a la música y leyó los cuentos ganadores, dando su impronta a los textos, acercándolos a su campo. Luego tocó algunas de sus canciones y concluyó con “Paraguayo” y “Extraño”.

Al salir del lugar del evento, el sol radiante iba demostrando que la primavera no era una ilusión, era real, la primavera estaba presente. Parecía una invitación a caminar por las calles y vivir nuevas historias en una ciudad increíble e impredecible como Buenos Aires.

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Source: pagasa.edu.vn

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