Comienza tu día con energía. Este delicioso tazón de yogur repleto de frutas frescas y nueces es el desayuno perfecto para una nutrición saludable cargada de vitaminas. (Imagen ilustrativa Infobae)
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos que ayudan a mantener y mejorar la microbiota normal, o bacterias “buenas”, en el cuerpo. Varios estudios científicos han avalado sus beneficios en la prevención de enfermedades como la diabetes o el cáncer de mama o colon, además de mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmunológico.
Estos microorganismos actúan principalmente en el sistema digestivo donde afectan el microbioma intestinal, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (o NIH, por sus siglas en inglés). El microbioma está formado por los microorganismos que viven en el intestino grueso. Los probióticos contribuyen a proteger el sistema digestivo de bacterias dañinas y mejorar la función intestinal.
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¿Qué alimentos contienen probióticos?
Existen varios alimentos que son buena fuente de probióticos, aunque muchos de ellos son poco consumidos en España. Sin embargo, uno de los más populares es el yogurt, especialmente el yogur griego, el kéfir y el yogur búlgaro, conocidos por sus componentes probióticos. Alimentos menos conocidos, pero que también son fuentes importantes de estos microorganismos, incluyen:
- Chucrut: Elaborado a partir de repollo fermentado, este alimento es muy popular en Europa del Este y Alemania, pero también es una buena fuente de probióticos, ya que produce ácido láctico.
- Kombucha: La kombucha es una bebida fermentada a base de té dulce y diferentes bacterias y hongos. Sin embargo, a la hora de comprarlo debes elegir aquel que haya sido elaborado con el método tradicional, que contenga poca azúcar y esté envasado en vidrio y sin pasteurizar para obtener probióticos naturales.
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- tempeh: El tempeh aún no está muy extendido en España, pero poco a poco ha ido apareciendo en algunos supermercados españoles. Es un producto de soja fermentada procedente de Indonesia y es un sustituto popular para obtener más proteínas en la dieta.
- Yogur: Es una de las mejores fuentes de probióticos, ya que se elabora a partir de leche fermentada por probióticos, principalmente por bacterias del ácido láctico y bifidobacterias. Sin embargo, no todos los yogures contienen estos microorganismos y debes elegir aquellos que tengan cultivos activos o vivos como el yogur griego, el kéfir o el yogur búlgaro.
- Pepinillos: Los pepinillos encurtidos son ricos en probióticos, pero hay que diferenciarlos de los que se preparan simplemente en vinagre. Durante el proceso de decapado se activan los microorganismos que son los que aportan sabor a este producto.
- kimchi: Uno de los alimentos básicos de la comida coreana es el kimchi, elaborado a partir de la fermentación de la col china. Suele prepararse como guarnición de carnes o pescados y es una fuente importante de probióticos.
- queso crudo: Hay muchos tipos de queso que contienen probióticos naturales, especialmente los quesos crudos y no pasteurizados. Deben ser de origen animal y suelen indicar en la etiqueta si contienen probióticos naturales o no.
- miso: El miso es un alimento básico en Japón que se ha vuelto más popular en España en los últimos años y tiene un alto contenido en probióticos.
- Natto: Este alimento japonés sigue siendo muy poco conocido entre los españoles, pero constituye una fuente importante de probióticos, ya que es un alimento elaborado a base de soja fermentada con características únicas.
El papel de los probióticos en la prevención y tratamiento de enfermedades.
(Shutterstock.com)
La alimentación no es la única forma de conseguir probióticos y en los últimos años se han vuelto cada vez más populares los suplementos con estos microorganismos. Existen varios estudios que han avalado los beneficios de este tipo de suplemento natural para reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal, así como para prevenir la diarrea del viajero y reducir los efectos secundarios de los antibióticos.
Un estudio de 2022 demostró que la ingesta de suplementos probióticos durante 12 semanas tuvo un efecto positivo sobre el estado cognitivo y la ansiedad en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los probióticos podrían incluso mejorar la eficacia del tratamiento, retrasar el proceso de exacerbación de este trastorno y mantener la calidad de vida del paciente durante un periodo prolongado.
Los efectos de los probióticos también se han estudiado en el tratamiento de ansiedad y depresión y una investigación de 2020 reveló que podrían ayudar a “aliviar los síntomas depresivos en pacientes con diagnóstico de depresión” o en personas con ansiedad que también presentaban síntomas depresivos. Sin embargo, aún se necesitan más pruebas para sacar conclusiones sobre su eficacia en el tratamiento de estos trastornos mentales, según los autores.
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