Con esta imagen, la plataforma oficial JP anunció la próxima construcción del “mega ferrocarril” en Nicaragua. (Foto Presidente de la Juventud)
La presencia del República Popular de China empiezas a sentir Nicaragua. El pasado lunes, 250 autobuses chinos comenzaron a circular por Managua para aliviar la movilización de los capitalinos en el insoportable tráfico de la ciudad. Para que no quede duda de quién hacía la gestión, los autobuses fueron rotulados”daniel y rosario”, los nombres de la pareja gobernante. Al final de la tarde de ese primer día, seis de estos nuevos autobuses habían sufrido diferentes accidentes.
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Los 250 autobuses forman parte de un paquete de dos mil que llegarán a Nicaragua en lo que resta de este y el próximo año, según anunció Rosario Murillo, quien funge como portavoz oficial del régimen.
Y los autobuses son sólo el avance de un grupo de obras que la dictadura nicaragüense espera ejecutar con el apoyo de China, si esta vez estos proyectos no van a parar al país.Grandes proyectos anunciados y nunca cumplidos.”, donde reposan un gran canal interoceánico, la refinería más grande de Centroamérica, un satélite espacial, un puerto de aguas profundas en el Caribe y la planta de biotecnología que abastecería de vacunas a toda la región, entre otros.
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En diciembre de 2021, el régimen de Ortega rompió relaciones diplomáticas con China Taiwán, hasta entonces su principal cooperador, y de inmediato las estableció con la República Popular China, que hasta ahora ha tenido una tímida presencia económica en el país.
Esta semana, mientras una delegación del gobierno de Nicaragua viajaba a Beijing para participar en el tercer Foro de la Franja y la Ruta en Managua, Rosario Murillo anunció un nuevo paquete de grandes obras, que se construirían con el apoyo de la República Popular China.
Los nuevos autobuses chinos que circulan por Managua llevan la etiqueta de “Daniel y Rosario”, la pareja gobernante de Nicaragua. (Foto cortesía)
Entre estos proyectos se encuentra un red de trenes que se desplazaría entre la capital Managua y las ciudades de Masaya y Granada. Otra línea iría desde Managua hasta la ciudad portuaria de Corinto, en el Pacífico occidental del país, y hasta la ciudad de Bluefields, en la costa caribeña nicaragüense.
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El estudio, diseño y construcción de la obra correría a cargo de la empresa china CCECC (China Civil Engineering Construction Corporation) con quien, dijo Murillo, ya se ha firmado “un memorando de entendimiento”.
Otra gran obra anunciada por Murillo es la ampliación y mejora del Aeropuerto Internacional Punta Huete, mejor conocido como “Panchito”, ubicado a orillas del Gran Lago de Nicaragua, en el municipio de San Francisco Libre. Este trabajo sería realizado por la empresa estatal china CAMC Engineering.
“Concebido como un aeropuerto internacional 4F, Punta Huete tendrá capacidad para atender hasta 3,5 millones de pasajeros anualmente, quienes podrán arribar al país en aviones de mayor tamaño. Se incrementarán las conexiones aéreas entre Nicaragua y Asia, Europa, África y Oceanía, convirtiendo a nuestro país en un destino atractivo para turistas de estos continentes”, explica el medio oficial 19 Digital.
“El contrato para el proyecto del Aeropuerto Internacional Punta Huete es uno de los ocho contratos que se firmarán esta semana en el marco del Aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y el único proyecto aprobado para América Latina y el Caribe, lo que muestra la importancia estratégica y relación de beneficio mutuo entre China y Nicaragua”, celebra la publicación del régimen.
“Panchito” es un aeropuerto que comenzó a construirse al final de la Guerra Fría, en la década de 1980, cuando Nicaragua estaba controlada por un gobierno revolucionario con tendencias comunistas. La idea del proyecto era que Nicaragua recibiera aviones de combate Mig 21 y Mig 23 de la Unión Soviética con los que pretendía aprovechar el poder militar de la región.
Los aviones Mig nunca llegaron porque Estados Unidos amenazó con bombardear las instalaciones donde estaban ubicados si la Unión Soviética entregaba los potentes aviones a Nicaragua. Ahora, Daniel Ortega pretende revivir el antiguo aeropuerto militar como alternativa al aeropuerto civil de Managua.
Otros proyectos anunciados por el régimen son la ampliación de carreteras, la construcción de una carretera costera en el Pacífico y la construcción de plantas hidroeléctricas en Mojolka y Tumarín.
Tumarín Es uno de los varios grandes proyectos anunciados por Ortega al inicio de su mandato y que nunca se construyeron.
El actual régimen nicaragüense suele anunciar de vez en cuando proyectos faraónicos esa promesa de sacar a Nicaragua de la pobreza en poco tiempo. En ocasiones, incluso ha inaugurado el inicio de las obras con suntuosas ceremonias y fiestas.
Uno de los mayores proyectos anunciados y jamás llevados a cabo es el Gran Canal de Nicaragua, una conexión interoceánica de 270 kilómetros de longitud que sería ejecutada por la empresa china HKND Group. El canal está valorado en 50 mil millones de dólares y prometía ser “la obra de ingeniería más grande en la historia del mundo”.
Según datos oficiales, la obra generaría 50 mil empleos directos y cerca de 200 mil indirectos, y su construcción fue inaugurada el 22 de diciembre de 2014. A finales de 2019 ya deberían estar atravesando Nicaragua grandes buques, pero a la fecha solo ganado Se los ve pastando en lo que debió ser la ruta del canal.
Una delegación del gobierno de Nicaragua que se encontraba en Beijing firmó el acuerdo para la ampliación y mejoramiento del ex aeropuerto militar conocido como “Panchito”. (Foto 19 Digital)
Otra gran apuesta del régimen orteguista fue el proyecto Nicasat-1que contemplaba la puesta en órbita de un satélite de fabricación china que, elevado a unos 36.000 kilómetros sobre la superficie terrestre, suministraría servicios de telecomunicaciones a quien estuviera interesado en adquirirlos en un radio que iba desde México hasta Colombia.
El proyecto costaría 254 millones de dólares, fue anunciado en 2012 y debía estar operativo a finales de 2015. Once años después de su anuncio no hay rastro del satélite chino ni los funcionarios del gobierno han vuelto a hablar de él.
El 20 de julio de 2007, daniel ortega y Hugo ChavezLos presidentes de Nicaragua y Venezuela, respectivamente, colocaron la primera piedra de lo que sería la refinería que bautizaron “El Sueño Supremo de Bolívar”. Costaría unos cuatro mil millones de dólares, que serían aportados por Venezuela, y tendría capacidad para refinar 150 mil barriles de crudo por día a partir de 2011.
La que se prometió como “la refinería más grande de Centroamérica” terminó siendo actualmente un centro de almacenamiento de productos terminados de Albanisa, empresa que forma parte del consorcio empresarial de la familia Ortega Murillo.
Muchos de estos proyectos están respaldados por leyes que les otorgan ventajas fiscales y recursos estatales para su ejecución. Algunas, como la presa de Tumarín, han tenido inicios tímidos, pero la gran mayoría no van más allá de los modelos digitales con los que se anuncian.
Tumarín era un proyecto hidroeléctrico que se pretendía realizar con capital brasileño. Comenzó en 2011 y sucumbió cinco años después a raíz de los escándalos de corrupción conocidos como Lavajato que sacudió a Brasil.
Para 2013, cuando Ortega se acercó a Irán, la cartera de proyectos firmados con este país era del orden de mil millones de dólares e incluía la construcción de viviendas, centros de salud, proyectos de agua potable y la construcción de un puerto. aguas profundas en Monkey Point, en el Caribe de Nicaragua. Finalmente, sólo se construyó con dinero iraní un puesto de salud en el barrio Villa Libertad de Managua y se han firmado 14 convenios más.
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Source: pagasa.edu.vn