Massa busca llegar a segunda vuelta, Milei busca una dolarización “más barata” y Bullrich tiene quizás la última oportunidad para revertir la tendencia
La pelea por el tipo de cambio que se vivió en los últimos años dejó en claro que el poder de fuego del Banco Central para enfrentar la presión dolarizadora es muy limitado. A pesar de las continuas intervenciones oficiales y las nuevas restricciones operativas, el precio continuó su alza, junto con la caída de los bonos y un fuerte aumento en la tasa de interés debido a la debilidad de los bonos en pesos.
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Esta vez, a diferencia de las PASO, Sergio Massa Tomó una serie de medidas preventivas, que no fueron suficientes para satisfacer la demanda de divisas. Mejoró las condiciones para que las petroleras liquidaran sus exportaciones y amplió el dólar soja a 4, todo para incrementar la oferta de divisas mediante liquidación al contado. Impuso condiciones más duras para dolarizar a través del mercado de bonos, ampliando el plazo de operación de uno a cinco días. Asimismo, vende cerca de USD 100 millones cada día para incrementar la oferta de divisas en los mercados financieros. Pero nada de esto fue suficiente.
Nervios preelectorales
A sólo dos semanas de las elecciones presidenciales, el nerviosismo extremo de los inversores llevó la cotización a nuevos picos máximos: el dólar libre alcanzó el viernes los $880 y el contado con liquidación ya está por encima de los 900 pesos.
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Es factible que cuando vaya a votar el tipo de cambio roce los 1.000 pesos. La buena noticia para Massa es que solo quedan ocho días hábiles de operaciones, gracias al feriado extralargo de la próxima semana.
En los ocho días hábiles que restan para las elecciones presidenciales, el escenario más probable es que se intensifiquen las presiones sobre el tipo de cambio. La incertidumbre electoral y los desequilibrios financieros pesan mucho, pero Milei no ayudó con sus declaraciones sobre la conveniencia de tener un tipo de cambio más alto para dolarizar
El nerviosismo está más que justificado. La situación financiera es extremadamente débil. Las reservas continúan debilitándose, mientras se amplía el agujero fiscal, que sólo puede cubrirse con emisión monetaria. Para colmo, el Banco Central ahora también comenzó a emitir para poner un piso a los bonos en pesos, que están sufriendo el desmantelamiento de posiciones de los inversores que quieren pasarse al dólar.
Una imagen del primer debate de los candidatos EFE/Tomás Cuesta /POOL
Además, la incertidumbre electoral es total. La sensación es que cualquier cosa puede pasar, de muchas maneras. No sólo hay un final abierto respecto de las elecciones generales. Tampoco está claro hacia dónde quieren llegar, más allá del discurso de los candidatos de avanzar hacia el equilibrio fiscal, aunque sin más detalles por parte de ninguno de los tres principales rivales en las elecciones.
¿Más barato o más caro?
Pero lo que causó mayor preocupación entre los inversores fueron las declaraciones a lo largo de la semana de Javier Milei. Primero señaló en un reportaje radial que “ahora es más barato dolarizar”. Y luego fue más directo al indicar que cuanto mayor sea el tipo de cambio, más fácil será llevar a cabo su plan.
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Semejante afirmación sorprendió en pleno proceso electoral, aunque no está claro si tendrá algún impacto en los votantes. Es de esperar que especialmente Patricia Bullrich Ataque a Milei por estas declaraciones durante el segundo y último debate, que se llevará a cabo hoy en la Facultad de Derecho. Los inversores coinciden en que podría ser su única “solución milagrosa” para revertir una pelea que estaría perdiendo.
En un escenario que podría considerarse optimista a estas alturas, los analistas económicos proyectan una inflación en torno al 15% mensual hacia fin de año y una tasa interanual cercana al 300% a mediados de 2024. Las proyecciones pesimistas aluden directamente a un peligro ahora. hiperinflación palpable
“No todo sirve para defender la dolarización. Con su propuesta te destroza el bolsillo y encarece los precios”, dijo en un post en las redes sociales. Para la candidata de Juntos por el Cambio, hoy posiblemente sea la última oportunidad de mejorar sus posibilidades electorales, dependiendo de cómo le vaya en el debate.
Para colmo, la sociedad anónima Bull Market, propiedad de Ramiro Marra (candidato a jefe de gobierno porteño por La Libertad Avanza), publicó un informe con el siguiente título: “Detalles operativos del plan Milei-Ocampo”. Se hace referencia a “un hiper de 45 a 60 días” como parte del plan de dolarización.
¿Riesgo de hiperactividad?
El temor fundado de los mercados es precisamente que el plan de dolarización conduzca simultáneamente a un fuerte salto del tipo de cambio, seguido de una hiperactividad. Ambas serían necesarias para sacar adelante el plan, sin necesidad de tener muchas reservas para llevarlo a cabo. Por supuesto, el costo social de tal escenario es difícil de medir.
El escenario menos dramático propuesto por los principales analistas económicos tampoco resulta tranquilizador. Si avanzáramos con un enfoque como el que se promueve Carlos Melconianla inflación aún alcanzaría cerca del 20% a fin de año y para mediados de 2024 la medición interanual ya estaría en niveles del 300 por ciento.
La esperanza de una gran cosecha para el próximo año se desvanece y ahora se estima que la campaña agrícola podría dejar 10 mil millones de dólares adicionales respecto a la actual. Se trata de una cifra que no supone ni la mitad de lo que se esperaba hasta hace un par de meses, porque las lluvias no han sido suficientes.
2024 ni siquiera tendrá un gran impulso en las cosechas. O al menos las proyecciones nada tienen que ver con las muy optimistas previsiones de hace un par de meses. Según estimaciones de la Fundación Mediterránea, que coinciden con recientes informes de la Bolsa de Cereales, la agricultura dejaría 10 mil millones de dólares adicionales respecto a este año, que fue terrible en términos de producción de divisas debido a la sequía.
La expectativa de una gran cosecha en 2024 se vuelve una incógnita REUTERS/Diego Vara
Sin embargo, hasta ahora las lluvias no han sido tan abundantes y los suelos permanecen relativamente secos en muchos lugares relevantes para la próxima temporada agrícola.
Pensar en 2024 en Argentina casi no tiene sentido. Por lo pronto, dentro de dos semanas se realizarán las elecciones presidenciales que podrían cambiar la lógica política del país en las últimas décadas. Posiblemente desde el regreso de la democracia, si Milei resulta ganadora.
Para los inversores es de gran importancia saber si Massa podrá o no llegar a la segunda vuelta. Si lo logra, la congelación del dólar oficial continuará durante un mes más, a pesar de una brecha cambiaria de más del 140 por ciento. Pero también seguirá con Precios Justos y buscará mantener estables los precios de los combustibles al menos un mes más.
Por otro lado, si el Ministro de Economía no logra pasar a la segunda vuelta, la inevitable honestidad del tipo de cambio y otras variables económicas, especialmente los precios, se adelantarían desde el día siguiente de las elecciones. Los futuros del dólar en Rofex, por ejemplo, ya cotizan por encima de los 700 dólares a finales de año. De ocurrir, representaría un salto del 100% para el dólar oficial respecto a los valores actuales, con el enorme impacto que tendría sobre la inflación.
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Source: pagasa.edu.vn