El juego de seducción que ensalzaron teólogos, judíos y cristianos a lo largo de los tiempos

El juego de seducción que ensalzaron teólogos, judíos y cristianos a lo largo de los tiempos

La morena que adoraban teólogos, judíos y cristianos La morena que adoraban teólogos, judíos y cristianos

Esta nota tendrá como objetivo mostrar un universo de elementos vinculados, que generalmente prosperan de forma aislada. Nos abstendremos de cualquier pretensión explicativa, para encender en el lector el deseo de conocer los detalles por su cuenta y las lecturas que desea. Pronto verás de qué se trata.

Quienes canonizaron la integración de qué libros iban a integrar el Antiguo Testamento, -sólo se supone que para ello se produjo un consistorio de rabinos, en el año 1 d.C. en la ciudad palestina de Iavne-, interpolaron El Cantar de los Cantares, una obra teatral de escritura poética, que aborda lo erótico entre dos amantes. No es de extrañar que en esta decisión faltara unanimidad, hay indicios de ello.

Versículo 1:5 Canción de canciones Dice: “Soy morena (shejorah), pero bonita, hijas de Jerusalén… No se fijen que soy morena (shecharhoret), el sol fue el que me bronceó”. Ambas expresiones tienen la raíz en shahor, negro, en hebreo.

Pasemos a otra obra poética, fechada en el año 1500 d.C. C., donde encontramos esta expresión que imita aquella otra de las Canción de canciones: “No quieras despreciarme, porque si encontraste en mí un color oscuro, ahora puedes mirarme, después de que me miraste, qué gracia y belleza dejaste en mí”. ¿De dónde viene esta expresión? Del Canto espiritual. Canciones entre el alma y el marido.debido a la pluma San Juan de la Cruz (1542-1591), Juan de Yepes Álvarez su nombre secular, sacerdote de la orden de los Carmelitas Descalzos. La observación del erudito es obvia. R. Asún Escartín: “Ya he señalado antes que la imagen de la unión de los amantes proviene de la Canción de cancionesy no del mundo grecolatino” (SJ de la Cruz, Comentarios completos de poesía y prosa, ed. La Nación, 1997), es decir, no proviene de peg, la Bucólicas debidas a Virgiliofechado en los años 40 a.C.

San Juan de la CruzSan Juan de la Cruz

La “morena” de Canción de canciones Se expresa sin ambigüedades: “Mi amado es para mí un saco de mirra cuando reposa entre mis pechos” (1,13). Éste no se queda atrás: “Tu cuello es como la torre de David levantada para dominar… Tus pechos, como dos cervatillos, gemelos de gacelas, pastando entre lirios” (4,4).

Son muchas las observaciones que se pueden hacer al poema: las desavenencias entre amantes, la presencia de la muerte en el amor, la virginidad, pero aquí sólo queremos indicar lo evidente: la presencia plena del erotismo, y motivar una lectura directa por parte de del poema. del lector. Hay traducciones al español que rescatan con éxito la poeticidad, peg, la de Editorial Verbo Divino (1995), pese al intrincado lenguaje del original hebreo.

Ya ubicado en el idioma español de Cántico espiritual, canta la “Esposa”: “En el sótano interior de mi Amado bebí… Allí me dio su pecho, allí me enseñó una ciencia muy sabrosa, y efectivamente yo me lo di, sin dejar nada; allí le prometí ser su esposa” (26, 27). “Alegrémonos, Amado, y vayamos a ver en tu hermosura el monte y el cerro donde mana agua pura, entremos más profundamente en la espesura… y entonces me darías allí, mi vida, lo que me diste la el otro día” (38). El “Marido” la alienta: “Descubre tu presencia y mátame tu vista y tu belleza, mira que la enfermedad del amor, que no se cura sino con la presencia y la figura” (11). El Cantar imita el Cantar de los Cantares, los personajes y los escenarios bucólicos son idénticos, pero goza de plena autonomía.

En ambos casos, las exégesis teológicas han envuelto ambas obras con un manto entusiasta, y tal vez con un manto protector. Con respecto a Canción de cancionesnos dirigiremos a un Midrash, es decir, un abigarrado rebaño de disquisiciones, al Cantar dedicado, escrito por un compilador desconocido, quizás situado en Palestina en los años 600 d.C. La edición española se debe a Luis Fernando Girón BlancEditorial Verbo Divino (1999).

El rey Salomón, a quien se atribuye el libro. El rey Salomón, a quien se atribuye el libro.

Cuando el Midrash insiste en la exclamación “Soy negro, pero hermoso”, confiesa sin dudar su interpretación: lo “negro” es la “Asamblea de Israel”, y el amado es el “Creador”: “La Asamblea de Israel dijo: ‘Soy negro ante mis propios ojos, pero hermoso ante mi Creador» (5.1.1). Otra nota: “Tus amores son mejores que el vino”, porque la Torá (el Pentateuco) ha sido comparada con “vino, ungüento, miel y leche” (2.8.1). Para quienes aún albergaban dudas, el rabino Akiva, notable autoridad rabínica, acabó poniendo las cosas en su lugar: “¡Qué barbaridad! Nadie en Israel se opuso a la Canción, que no ensucia las manos, porque toda la historia no vale lo que valía el día en que fue compuesta… Si todos los Escritos (tercera parte de la Torá, que contiene el poema ) es santo, el Cantar es santísimo” (1.11.4). Y así logró salir ileso de dos milenios.

Con respecto a Cántico espiritual, es el mismo s. Juan de la Cruz que, en su doble condición de poeta autor y activista de la causa carmelitana, se perfila como exégeta de su propia obra, verso a verso (Comentarios en prosa, ed. Planeta, 2000). El autocomentario comienza claramente: “En este primer canto, el alma enamorada del Verbo, Hijo de Dios, su esposo, deseando unirse a él mediante una visión clara y esencial, le propone su anhelo de amor, quejándose cuando hay ausencias…” Pues bien, la “esposa” es un alma amante, y el “esposo” es el “Verbo Hijo de Dios”, entre quienes rige una conexión de amor, que culmina en un “matrimonio espiritual”. Sólo a veces esa conexión colapsa; “¿Dónde te escondiste, Amado, y me dejaste gimiendo? Como el ciervo huiste, habiéndome herido; Salí detrás de ti llorando y ya no estabas”. Las alusiones a Canción de canciones Abundan en los Comentarios en prosa: “Esto es lo que quiso decir la esposa en el Cantar de los Cantares”. Pero el reencuentro ocurre: “En los presentes cantos, estando adornada con los bienes que menciono, comienza un estado de paz y deleite, y la suavidad del amor, en el que no hace más que contar y cantar la grandeza de su Amado, que conoce y goza en él por la dicha unión del desposorio”.

Todo empezó con la inserción de Canción de canciones en el Antiguo Testamento como uno de sus cuarenta y un libros. ¿Inexplicable? Los eruditos responderán. Nos quedamos con un intrincado mapa de poesía y teologías protectoras relacionadas.

Cantar de los CantaresSan Juan de la Cruz

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Source: pagasa.edu.vn

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