El diablo es uno La “teoría de los dos demonios” no tiene entidad jurídica ni lógica y ha sido descartada por jueces de nuestro país y del mundo

El diablo es uno La “teoría de los dos demonios” no tiene entidad jurídica ni lógica y ha sido descartada por jueces de nuestro país y del mundo

Fotografía tomada el 23 de marzo de 1976 en la que se registra al teniente general y jefe del Ejército argentino, Jorge Videla (c), juramentando como presidente de facto de su país, en compañía del almirante Emilio Massera (i) y el El teniente general Orlando Agosti (d), miembros de la Junta Militar, en la Casa Rosada, en Buenos Aires.  Integrantes de La Libertad Avanza, encabezados por Victoria Villaruel, promueven un evento a favor de las víctimas del terrorismo.  EFE/ArchivoFotografía tomada el 23 de marzo de 1976 en la que se registra al teniente general y jefe del Ejército argentino, Jorge Videla (c), juramentando como presidente de facto de su país, en compañía del almirante Emilio Massera (i) y el El teniente general Orlando Agosti (d), miembros de la Junta Militar, en la Casa Rosada, en Buenos Aires. Integrantes de La Libertad Avanza, encabezados por Victoria Villaruel, promueven acto a favor de las víctimas del terrorismo. EFE/Archivo

Después de 40 años de recuperación de la democraciaes fundamental actualizar y refrescar conceptos jurídicos que cobran gran relevancia ante el crecimiento de los sectores reaccionarios y negacionistas que, en nuestro país y en el mundo, incrementen su participación en el debate social a partir de conductas basadas en el odio y la mentira.

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Si bien ciertas discusiones ya han sido resueltas hasta la saciedad por Tribunales, Tribunales Orales, Salas de Casación y la propia Corte Suprema, aún hoy existen personajes que, con el fin de desvirtuar el proceso de memoria, verdad y justicia que se está desarrollando en nuestro país, insisten en invocar hechos inexistentes y categorías jurídicas sin fundamento.

Así, en los últimos años hemos visto pulular por los medios de comunicación personajes que intentan, una vez más, instalar la idea o Teoría de los “dos demonios”. Se trata de una “guerra justa” entre dos bandos similares, como ocurrió en nuestro país desde el 24 de marzo de 1976 hasta el retorno de la democracia.

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Básicamente, para estos personajes, el Terrorismo de Estado llevado adelante por el gobierno de factoPuede asimilarse al accionar de quienes fueron miembros de organizaciones sindicales, sociales, políticas, deportivas, estudiantiles, universitarias, etc.

Entonces, Llaman “terroristas” a las víctimas del genocidio llevadas a cabo por estos militares y sus socios civiles, con el objetivo de poder aliviar la situación judicial de quienes fueron condenados por crímenes de lesa humanidad o se encuentran actualmente juzgados.

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Pero pongamos un ejemplo para que se entienda mejor; Para estos personajes que defienden a genocidas y condenados por crímenes de lesa humanidad, una joven de 20 años que militaba en una universidad organizando a sus compañeros en la resistencia a la dictadura, era sin dudas una terrorista y merecía ser secuestrada, torturada. y luego desechado. vivir al mar si es necesario.

Eso es lo que intentan decirte para borrar la culpa de estos genocidas.

Pintado en una calle de la Ciudad de Buenos Aires, durante un nuevo aniversario del último golpe militar en Argentina.  (Foto AP/Natacha Pisarenko)Pintado en una calle de la Ciudad de Buenos Aires, durante un nuevo aniversario del último golpe militar en Argentina. (Foto AP/Natacha Pisarenko)

Uno de estos personajes es el diputado. victoria villaruel, quien desde hace años trabaja en la defensa pública de los condenados y procesados ​​por crímenes de lesa humanidad, incluidos su padre y su tío. Esta labor la ha venido realizando escudándose en familias que aseguran haber sido víctimas de los “terroristas” que formaban parte de las organizaciones políticas de aquel entonces.

Ahora bien, ¿permite esto sostener que crímenes gravísimos cometidos por militares, que se habían apoderado del Estado, pueden compararse con presuntos crímenes cometidos por civiles?

Evidentemente la respuesta es no y es una respuesta puramente jurídica. Vamos a ver.

La definición de crímenes de lesa humanidad no es un capricho de moda, es un concepto jurídico, y para poder utilizarlo correctamente se requiere que el hecho delictivo se cometa dentro de un amplio marco de circunstancias, que a su vez se conocen como contexto, y Son precisamente estos contextos los que nos permiten distinguir los crímenes de lesa humanidad de los crímenes comunes.

La Corte Penal Internacional en uno de los casos que conoció, Prosecutorv. Tadic, definió como crimen de lesa humanidad una serie de actos inhumanos, entre ellos el homicidio, encarcelamiento, esclavitud, esclavitud sexual, tortura y desaparición forzada, cometido como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil. Los actos deben ser parte del ataque y el perpetrador debe saber que existe un ataque generalizado o sistemático y que sus acciones son parte de ese ataque. Si bien actualmente no se requiere un Estado, el Derecho Internacional Público establece que no basta con ningún grupo, sino que se requiere de una fuerza de facto, esto implica que el poder político se ejerza en un territorio determinado, capaz de neutralizar el poder del Estado, con su participación o tolerancia.

En otras palabras: para que un crimen sea considerado de lesa humanidad, debe existir un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, por parte del Estado u organizaciones que mantienen el control del territorio (posición desarrollada a partir del artículo 7, párrafo 1, del Estatuto de la Corte Penal Internacional).

Entonces, llevando esta definición a lo ocurrido en nuestro país, ni las organizaciones que en los años 70 optaron por la lucha armada, ni los sindicatos ni los grupos estudiantiles, ni ninguna víctima de la última dictadura cívico-militar, formaron una entidad con poder político y capacidad similar al Estado, por lo que los delitos supuestamente cometidos por todos ellos no son considerados ni tratados dentro del ámbito del Derecho Internacional.

De este modo, La mencionada “teoría de los dos demonios” no tiene entidad jurídica, ni lógica y ha sido descartada por una inmensa cantidad de jueces en nuestro país y en el mundo . Sin embargo, personajes como Victoria Villarruel siguen apareciendo en los medios invocando tal falsedad, alejada de toda lógica, solo para lavar la imagen de los peores asesinos que nuestra historia reciente conoció.

En nuestro país hubo Terrorismo de Estado e ignorarlo, minimizar el hecho o intentar justificar los horrores construyendo un escenario falso basado en una especie de guión mentiroso, sólo expone el verdadero rostro de quienes amenazan nuestra sociedad actual.

Parece increíble que después de décadas de búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia a través del accionar de la justicia y el debido proceso legal, estos personajes intenten establecer falsedades para justificar los actos atroces de sus familiares.

Los que hoy os dicen que son “libertad” son en realidad los defensores de quienes criticaban a vuestros mayores y abuelos por tener el pelo largo o las faldas cortas; Ellos son los que dictaron toque de queda para que te encierres en tu casa; Ellos son los que prohibieron y quemaron libros y asaltaron universidades para controlar a los jóvenes; Ellos son los que censuraron películas, actores, actrices, cantantes; son que Empujaron y violaron a mujeres en salas de tortura; Ellos son los que desaparecieron, mataron y robaron bebés.

No son libertad, son todo lo contrario.. Son los viejos genocidas, sus defensores y sus familiares quienes hoy intentan disfrazarse de víctimas para intentar lograr la impunidad que hasta ahora no han podido lograr.

No hubo guerra ni dos demonios. Hubo un plan sistemático que se robó la vida de 30.000 personas. El diablo es uno.

A 40 años de su recuperación, nuestra democracia parece amenazada por los mismos que la violaron en marzo de 1976. Pero la Historia avanza y el pueblo no olvida. Aunque la compleja situación intente hacernos creer lo contrario. Ayer no pasaron. No pasarán por alto hoy ni mañana nuestros sueños y luchas colectivas.

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Source: pagasa.edu.vn

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