Miembros de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, monitoreando el paso ilegal de migrantes por el Río Grande, en McAllen, Texas (EFE/Larry W. Smith/Archivo)
Más allá de los esfuerzos de las agencias de seguridad del país y el gran trabajo de la Patrulla Fronteriza, que en muchos casos se ha visto desbordada, la pregunta queda abierta ante la cantidad de personas que ingresan ilegalmente a Estados Unidos a diario. Y aunque la mayoría busca una vida mejor para ellos y sus familias.
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Sin embargo, la atención se centra en elementos peligrosos que se encuentran en los registros de control y vigilancia de que dispone el gobierno estadounidense por sus actividades relacionadas con organizaciones terroristas y pueden estar aprovechándose de las, en algunos casos, “lánguidas” políticas fronterizas de la administración Biden.
Como resultado de los controles fronterizos, entre el 27 de septiembre y lo que va de la primera semana de octubre, 268 personas -no ciudadanos- cuyos nombres aparecen en registros de vigilancia y control antiterrorista fueron capturadas por tropas de la Patrulla Fronteriza. Estas cifras constituyen un aspecto de alta preocupación en virtud de que supera ampliamente las cifras de la administración anterior de una manera impactante. En los cuatro años de mandato del expresidente Donald Trump, el número total de detenidos en relación a su proximidad y/o pertenencia a organizaciones terroristas fue de 14 personas.
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La Guardia de Fronteras y las oficinas de Aduanas llevan a cabo una muy buen y exhaustivo seguimiento sobre el ingreso diario de las personas al territorio estadounidense. Sin embargo, según las estadísticas de detección de actividad terrorista de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., los números han aumentado, así como los trámites realizados en aeropuertos y puertos de entrada para ciudadanos no estadounidenses. Aquí es donde se ve una diferencia importante, mientras estuvo en el cargo el expresidente Trump las cifras anuales eran mucho menores. Todo eso cambió cuando Biden entró en la Oficina Oval. La última semana del mes en curso se produjeron entre dos y seis detenciones diarias.
Un miembro de la Patrulla Fronteriza (Cuartoscuro)
Sin embargo, ¿qué sucede cuando los agentes de la Patrulla Fronteriza identifican a una persona en la lista de vigilancia antiterrorista que intenta ingresar al país ilegalmente? Personas incluidas en la lista de vigilancia de las agencias que controlan actividades terroristas que son encontradas por la Patrulla Fronteriza después de ingresar al país, Pueden ser detenidos inmediatamente y expulsados mediante un proceso abreviado.. Según la política migratoria, también podrán ser entregados a otras agencias gubernamentales para su posterior detención o acción judicial, según corresponda. La pregunta, sin embargo, es: ¿cuántas personas cruzan la frontera ilegalmente y evaden a la Patrulla Fronteriza ahora que los funcionarios de la Patrulla Fronteriza tienen que lidiar con la identificación de cientos de personas por día? En este caso concreto, es lógico que si un delincuente sabe o tiene motivos para creer que está en la lista de vigilancia antiterrorista, evite por todos los medios cruzarse con la Patrulla Fronteriza. Como consecuencia, Podrían ser decenas de personas que, aunque aparecen en la lista de vigilancia por actividades terroristas, han logrado ingresar ilegalmente a Estados Unidos. y establecer contacto con sus redes dormidas. No ingresan como una migración eminentemente económica para mejorar su vida, trabajar, progresar, brindar a sus familias una mejor vida económica y darles acceso a los estudios de sus hijos; Lo hacen para ejecutar ataques y causar el mayor daño posible..
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Se trata de un problema que se ha profundizado y se ha visto favorecido por las políticas de “frontera abierta” de la administración Biden, que fortalece las críticas de los republicanos y en algunos casos genera desacuerdos dentro del propio partido demócrata, principalmente desde sus inicios. Se sabe en las noticias que un inmigrante cuyo ingreso se produjo de manera ilegal aparece involucrado en un tiroteo u otros incidentes violentos que han puesto en peligro la seguridad de los ciudadanos estadounidenses. Cuando se conocen estos hechos, la gente expresa su malestar y exige saber cómo un indocumentado pudo violar los controles, ingresar y cometer los delitos reportados por los medios.
Este escenario conduce a otras cuestiones sobre las que los ciudadanos estadounidenses interrogan a las autoridades políticas. Por ejemplo: ¿Qué pasaría si alguien en su lista de vigilancia antiterrorista ingresara ilegalmente al país y llevara a cabo un ataque de alto impacto dentro de Estados Unidos, destruyendo edificios o matando a cientos de personas, o ambas cosas? Si se descubriera que esa persona ingresó al país durante las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden -que cuentan con el apoyo de la gran mayoría de sectores progresistas y grupos de presión social como el movimiento Wake-. En esa desafortunada circunstancia, lo más probable es que habría una gran reacción de los votantes de cara a las elecciones de 2024, lo que comprometería las ambiciones del presidente Biden para su reelección.
La mayoría de las agencias de seguridad estadounidenses han advertido repetidamente al presidente sobre la crítica situación fronteriza y el peligro que entraña, pero el presidente y su administración siguen diciendo a los ciudadanos que todo está bajo control, aunque muchos lo dudan. El mejor ejemplo de esto es una encuesta reciente de ABC News, publicada recientemente por el Washington Post y que sitúa la índice de aprobación de las políticas de inmigración de la administración Biden en 22,7%algo extremadamente bajo en la historia del país.
Un agente de la patrulla fronteriza estadounidense monitorea a los migrantes reunidos entre las vallas fronterizas cerca de San Diego, California, Estados Unidos (REUTERS/Mike Blake/Archivo)
Nadie quiere que ocurra un ataque importante, pero si sucediera algo desafortunado que nadie quiere, los demócratas y sus medios de comunicación relacionados tratarían de evitar cualquier responsabilidad diciendo que la Patrulla Fronteriza está haciendo todo lo posible para identificar y capturar a los inmigrantes ilegales con vínculos con terroristas, lo cual sería cierto. Pero la Patrulla Fronteriza simplemente hace lo que puede y quizás no lo que debe hacer debido al desorden que está surgiendo en la propia administración en este asunto. La agencia no es responsable de las políticas que están trayendo a miles de personas a la frontera estadounidense, pero muchos ciudadanos creen que la administración Biden sí lo es.
En caso de que una persona o una célula de estos individuos lleve a cabo un gran atentado terrorista en suelo americano, algo que nunca ha dejado de estar fuera de los planes de las organizaciones terroristas que consideran a Estados Unidos su mayor enemigo, la opinión pública y el público en general. exigirá que rueden cabezas. Primero serán los jefes de los terroristas y luego – metafóricamente – los de la administración, que a los ojos y la percepción de los ciudadanos debe ser considerada responsable de sus políticas inapropiadas para el estilo de vida estadounidense.
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Source: pagasa.edu.vn