El transporte aéreo enfrenta uno de los grandes desafíos para los próximos 10 años: su descarbonización (Imagen ilustrativa Infobae)
Argentina tiene un camino próspero si logra brindar las condiciones para desarrollar una tecnología de procesamiento de combustible de etanol (Alcohol To Jet – ATJ) que permita a los productores convertir etanol a base de maíz, celulosa o azúcar en combustible de aviación sustentable (SAF). La gran oportunidad de SAF (Sustainable Aviation Fuel) no sólo se presenta como un negocio sino como una necesidad logística para sostener la conectividad aérea del país con Europa y EE.UU. de cara a las próximas regulaciones de navegación aérea.
El transporte aéreo afronta uno de los grandes retos para los próximos 10 años: su descarbonización. Con la lupa de los reguladores sobre las regulaciones que se debaten a nivel mundial, especialmente en la Unión Europea, las empresas del sector aeronáutico encuentran en el SAF (o combustible sostenible) la gran esperanza para reducir su huella de carbono.
Por su parte, nuestro país es miembro permanente de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) desde 2022. La OACI es un organismo de las Naciones Unidas que fue creado para ayudar a compartir los cielos en beneficio de los Estados miembros, desarrollando programas y regulaciones que promuevan el seguridad operativa, eficiencia, conveniencia y desempeño ambiental del sistema. En este último sentido, la OACI estableció en 2016 un mecanismo de compensación y reducción de carbono para la aviación internacional (Corsia) que requerirá impulsar el suministro de combustibles de aviación sostenibles.
La gran oportunidad de SAF (Sustainable Aviation Fuel) no sólo se presenta como un negocio sino como una necesidad logística para sostener la conectividad aérea del país con Europa y EE.UU. de cara a las próximas regulaciones de navegación aérea.
Por este motivo, los actores más importantes de la industria de la aviación mundial se han fijado el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, contribuyendo así al objetivo de la humanidad de reducir la tasa de calentamiento global a un rango aceptable. Para cumplir ese objetivo, los actores públicos, por su parte, están trabajando en la normativa y los actores privados en el plan de inversión y producción sabiendo que no hay tiempo que perder.
Se ha demostrado que el bioetanol sostenible reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de automóviles, camiones y autobuses de corta y larga distancia.
En el ámbito de las gasolinas, se denomina categoría SAF a cualquier combustible aeronáutico que reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 50% y un 60%, y que se produzca con materias primas renovables, como el aceite de cocina. utilizado entre otras fuentes primarias. Su uso comenzó a extenderse después de que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) definiera el compromiso de reducir a cero las emisiones netas de carbono por parte de toda la industria.
Aunque la descarbonización incluye nuevas tecnologías de propulsión como el hidrógeno o la electricidad, el sector ha reconocido que alrededor del 65% del objetivo sólo podrá alcanzarse con el uso generalizado de combustibles de aviación sostenibles o SAF. Las primeras compañías en adoptarlo fueron United Airlines y British Airways. Lo que hace que el SAF sea tan atractivo es que no requiere modificar el avión ni sus motores, ni la infraestructura de distribución de combustible existente para utilizarlo. También comenzaron a implementarlo Delta, Air France, Iberia, Lufthansa, Vueling, Finnair y otras compañías aéreas de todo el mundo.
Los actores más importantes de la industria de la aviación mundial se han fijado el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
Por su parte, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que la producción total de combustibles renovables alcanzará una capacidad de al menos 69 mil millones de litros (55 millones de toneladas) en 2028. Los combustibles de aviación sostenibles (SAF) constituirán una parte de esta producción. lo que se conseguirá mediante nuevas refinerías de combustibles renovables y la ampliación de las instalaciones existentes. Es importante destacar que la producción planificada tiene una amplia huella geográfica que abarca América del Norte, Europa y Asia-Pacífico.
¿Cómo se prepara Argentina para este escenario?
La matriz energética de Argentina es heterogénea y está compuesta por diferentes fuentes. Desde sus inicios mostró una alta dependencia de los hidrocarburos. Las fuentes más importantes son el petróleo y el gas, que representan poco más del 84% de la matriz primaria. Sin embargo, las energías renovables lograron un crecimiento histórico después de 2020 con un aumento del 63 por ciento.
Por otro lado, el bioetanol procedente de residuos o de cultivos sostenibles tiene un papel importante que desempeñar en la independencia energética y la seguridad alimentaria de la Unión Europea de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Al mismo tiempo, la UE ha dado pasos importantes para fortalecer la independencia energética y la seguridad alimentaria de la UE, manteniendo al mismo tiempo compromisos ambiciosos en la lucha contra el cambio climático.
Se ha demostrado que el bioetanol sostenible reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de automóviles, camiones y autobuses de corta y larga distancia. Los biocombustibles sostenibles dan resultados ahora, sin necesidad de nuevas inversiones en infraestructura. Ya están teniendo el mayor impacto al desplazar los combustibles fósiles importados para el transporte por carretera y están empezando a ser clave en la estrategia de la Unión Europea para reducir la dependencia del petróleo ruso.
En Argentina, las energías renovables lograron un crecimiento histórico después de 2020 con un aumento del 63 por ciento
Los biocombustibles basados en cultivos representan hoy sólo el 4,5 por ciento de la combinación energética del transporte de la Unión Europea, pero más del 60 por ciento de toda la energía renovable consumida en el transporte. Asimismo, agregar biocombustibles avanzados, producidos a partir de desechos y residuos, representó más del 90 por ciento de la energía renovable en el transporte.
Inversiones de capital argentino para fortalecer las exportaciones
Hay varios proyectos en el mundo, más de 450 anunciados, que están explorando la producción de SAF con diferentes tecnologías. En la región, más particularmente en Argentina y Brasil, existen dos importantes proyectos con tecnología ATJ (Alcohol to Jet) de la empresa Grupo Bahía Energía, que ya opera en el negocio de biocombustibles y derivados en varios países, para la construcción de dos complejos. . con características similares para la producción de biocombustibles a partir de maíz, proyectados en diferentes etapas: en Brasil en el estado de Rondonia y en Argentina en la región de Bahía Blanca. La primera etapa consta de una planta de Bioetanol de maíz de 300.000 metros cúbicos al año. En una segunda instancia, se prevé construir una planta de 40.000 toneladas anuales de Combustible de Aviación Sostenible (SAF), mientras que en una tercera etapa se prevé una unidad de producción de 140.000 toneladas de biometanol a partir del dióxido de carbono generado durante la producción de etanol. .
Los biocombustibles sostenibles dan resultados ahora, sin necesidad de nuevas inversiones en infraestructura
Para lograr lo proyectado, la demanda de maíz será de 730.000 toneladas anuales, y además se producirán 230.000 toneladas de maíz seco (DDGS) que se destinarán a la alimentación animal tanto en el mercado interno como para la exportación.
El mercado del bioetanol se proyecta dentro de los próximos 30 años, y se espera una demanda insatisfecha a nivel mundial debido a las metas impuestas tanto por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a través del Esquema de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (Corsia) como por la Unión Europea a través de las Directivas de Energías Renovables (RED I y REDII). Las propiedades técnicas del SAF puro y sus mezclas están especificadas y aprobadas por un organismo de especificaciones reconocido mundialmente, ASTM, para su uso en todos los aviones comerciales.
El potencial energético renovable del país requiere la implementación de estrategias energéticas de largo plazo con políticas de estímulo adecuadamente coordinadas para su desarrollo. Argentina presenta condiciones favorables para la instalación de biorrefinerías de distintos tipos. Su amplia extensión territorial, la variedad climática y la diversidad de sus suelos son ventajas importantes para la producción de biomasa.
El autor es director general del Grupo Bahía Energía
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Source: pagasa.edu.vn