Entre la rabia y la esperanzaLa transversalidad política, social y económica de la propuesta de Javier Milei desconcierta a sus oponentes

Omar Perotti, Gobernador de Santa FeOmar Perotti, Gobernador de Santa Fe

Preguntó sobre ¿Por quién votarías en una segunda vuelta? entre Milei y Bullrich, el gobernador de Santa Fe, Omar Peroti, dijo que optaría por el libertario. Ante la elección entre Milei y Massa, en una eventual segunda vuelta, el candidato de JxC a la gobernación de Santa Fe también votó por Javier Milei. Hay cosas que no se dicen en la campaña. No colaboran.

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La sinceridad a cielo abierto de Maximiliano Pullaro y Omar Perotti exponen la inseguridad y confusión con la que tanto el oficialismo como la oposición afrontan la segunda recta electoral.

Las dificultades para rearmar una narrativa aparecen como el escollo más grave que enfrentan las coaliciones que compiten por entrar al balotaje enfrentando a Javier Milei.

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La transversalidad política, social y económica de la propuesta del economista desconcierta a sus oponentes y los deja pataleando en el aire.

Quién y por qué votaron por Milei sigue siendo una pregunta que no recibe una respuesta precisa. Ya se sabe cuántos son, en qué barrio viven, así como a qué género y rango de edad pertenecen, pero los analistas aún no han logrado profundizar en el tema. campañas que alientan a los votantes y sobre todo, lo que esperan de él sus seguidores más fanáticos.

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La composición diversa de los fans de Milei puede llevar a errores de campaña. Desentrañar estos datos es clave.

El desempeño electoral en provincias donde el libertario no fue visto ni ha hecho campaña también es un dato a explorar. ¿Dónde ha logrado entrar para movilizar las emociones de personas tan diferentes y tan alejadas de la política? ¿Será sólo por su presencia en los medios de comunicación o por la ola que nadie vio venir arrastrada desde las redes sociales? ¿Es sólo producto del hartazgo o hay otras razones?

Gustavo GavotiGustavo Gavoti

A Milei le dan las consignas rupturistas. La enojada Milei garpa, mide bien. Cuando se vuelve agresivo hasta la exasperación, lejos de asustar, enciende pasiones más propias de una estrella de rock que de un candidato en campaña.

Los portavoces de Milei, que proliferaron tras las PASO, bajan la temperatura de la narrativa libertaria. Aligeran la carga discursiva pero esto, que tranquiliza a algunos, no necesariamente suma votos en el hampa milista que muchos prefieren no ver. Allí se afianza el discurso que va más allá de lo políticamente correcto, el del personaje que se enfrenta a lo que encuentra a su paso, embolsando en el impreciso concepto de “casta” todo lo que se interpone en el camino de lo que considera “su misión”. ”.

El libertario se ha convertido en una especie de curioso objeto de estudio para politólogos, sociólogos, psicólogos y psiquiatras. Un repaso a las consideraciones que plantea Milei ayuda a comprender el malestar.

Según el politólogo José Natanson, se trata de una “voto de juicio políticoón” que da cuenta de una sociedad que está quebrada y en la que se está gestando un fenómeno que se viene gestando, que revela la crisis del peronismo ante una cantidad de novedades que no pueden ser metabolizadas. Digitalización, el mundo Uber, cripto, emprendimiento. Todo lo que termina generando un “deseo de reinicio, shock”.

Julio María Sanguinetti dice que Milei es “impredecible” y lo describe como un fenómeno de respuesta al desencanto. El expresidente de Uruguay sostiene que Milei propone una “fantasía revolucionaria impracticable”.

Juntos por el Cambio genera confusión al subir al escenario Carlos Melconian.

Carismático, hiperactivo, intenso, “Melco” está llamado a contrastar un discurso atractivo con el relato arrollador del libertario. Es más que “dolarización versus bimonetarismo”. Para eso se convoca al economista mediático que pueda hablar de economía extensamente y sin aburrir con un léxico más propio de las paravalanchas que de la Academia. Que explicación más fácil y entretenida de todo lo que Patricia Bullrich no puede modelar. Una especie de superministro-portavoz a la expectativa.

Patricia Bullrich y Carlos Melconián (Mario Sar)Patricia Bullrich y Carlos Melconián (Mario Sar)

Melconián aporta mucho pero no es suficiente. El tuyo es muy útil pero insuficiente. La necesidad de reconstruir el perfil cambiamita, desmantelado por el resultado de las PASO, sigue siendo un desafío pendiente. El economista, que lidera el equipo de la Fundación Mediterránea, alcanza una inmensa mayoría pero apenas consigue penetrar en las capas más profundas de la dermis social, ese lugar donde viven y crecen los más enfadados con el sistema.

Sergio Massa, por su parte, quedó en una especie de no lugar. Como ministro suma dificultades y como candidato pierde apoyo.

Urgido a lavar su culpa por la devaluación, se dedica a decretar “paliativos” más apropiados para calmar las demandas del kirchnerismo duro que para mitigar los efectos feroces de la escalada inflacionaria. En cualquier caso, nada le funciona. En la semana que termina retrocedió varias cajas.

El candidato a ministro quedó dando patadas en el aire ante la resistencia de propios y extraños que No quieren aceptar que el tigrense les transfiera gastos de campaña.

En la semana que termina, se desató un motín en el campo cuando gobernadores y alcaldes de 14 provincias se pusieron de pie a la hora de tener que pagar el aguinaldo a los trabajadores. Una decisión que Sergio Massa tomó por decreto y en absoluta soledad. Algo similar ocurre entre los empresarios que niegan la privatización de los costos de campaña.

Massa quedó desarticulado. La manifiesta desobediencia de quienes fueron condenados a pagar bajo amenaza de sufrir represalias expuso su debilidad. No sólo lo mostró ejecutando políticas de populismo desesperado, como quien sale a apaciguar la ira de su vicio, sino que desdibujó ese perfil promercado con el que coquetea con el establishment.

La decisión de bajar compulsivamente el pago de una “suma fija” que habían pedido los sectores más duros del kirchnerismo, llegó mal y en el momento equivocado y enfureció a todos. Entre los más ofuscados, varios de los gobernadores peronistas que impulsaron su candidatura cuando CFK había optado por Wado de Pedro, ahora su desmotivado jefe de campaña.

Alberto Fernández Se escapa del limbo en el que pasan las últimas horas de lo que fue su presidencia para acompañar a Massa. “No es un plan de dinero, es un plan de justicia”, grita sentado en la inauguración del tramo repavimentado de una ruta. Se aclara y se oscurece.

La idea de que Javier Milei pueda consagrarse en una primera vuelta electoral inquieta y desorienta a los mejor situados. Muy especialmente Sergio Massa, quien, incansablemente, sueña con enfrentarse a las fuerzas de la libertad.

Las jugadas imprudentes de apoyo cruzado para quitar del camino al tercero en disputa también son extremadamente peligrosas. Quien juega con fuego puede quemarse.

Milei, mientras tanto, ya se siente Presidenta. Disfruta de las alegrías del éxito en las urnas, del reconocimiento popular que le otorga su estatus mediático. Quienes lo rodean y lo quieren aseguran que es muy inteligente, tiene una sólida educación y que suele tener poca tolerancia a las críticas y la frustración, pero que tiene un pequeño grupo de amigos cercanos a los que se les permite escuchar. Guillermo Francos, Diana Mondino, Carlos Rodríguez, Nicolás Posse, su hermana Karina y Santiago Caputo integran ese círculo de proximidad.

Confían en que cuando lleguen al poder tendrán la capacidad suficiente para elegir a las personas que les permitirán seguir adelante con los cambios que proponen. Dicen que Milei no apoya la construcción política, que tendrá que confiar en otros para estos temas. Fantasean con una Milei que, como Carlos Menem, podrá delegar.

Guillermo Francos es designado como Ministro del Interior, en caso de que el libertario llegue a ser Presidente. Ya se le puede ver preparando la ambulancia que saldrá a recoger a los que queden fuera de sus fuerzas. Por lo que se sabe, hay entre 60 y 70 legisladores, entre los que ya tienen curules y los que las obtendrán en diciembre, dispuestos a acompañar a La Libertad Avanza en sus propuestas de cambio. Para la canciller Diana Mondino, es el número uno. El libertario ya ha elegido a su eventual ministro de Economía. Tiene 52 años y vive en Argentina. De momento nadie quiere dar a conocer su nombre. Nicolás Posse, es ingeniero y ahora suena como un posible jefe de Gabinete. Otro nombre es Rafael Bielsa. Ahora embajador argentino en Chile, tiene muy buena relación con JV.

Te guste o no, Javier Milei tendrá que recurrir a muchos referentes de “la raza” para poder armar sus equipos. No le queda más remedio que dejarse rodear para reducir “el riesgo de ejecución” que quita el sueño a los hombres y mujeres del “círculo rojo”.

Si la necesidad de incorporar a su equipo a personas con reconocida experiencia en política frustrará a sus seguidores más extremos, así será. Por el momento, no son pocos los que aseguran que incluso los más conocidos exponentes del enojo, revelan que detrás del fuerte enojo con la política, se esconde la esperanza de construir una vida mejor.

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Source: pagasa.edu.vn

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