Feliz drama de un joven del país más violento del mundo
Director Ivor Martinicacostumbrado a tocar temas delicados en obras como Mi hijo simplemente camina un poco más lento., Drama sobre Mirjana y quienes la rodean. y Sería una pena que las plantas se marchitaran.Aterrizó a principios de octubre en Buenos Aires con Feliz drama de un joven del país más violento del mundo en sólo cuatro funciones, tras un estreno en Madrid y Barcelona. En esta ocasión retrata la historia de Guillermo Mirandaun amigo artista salvadoreño que, como él, reside en España.
Partiendo de la paradójica existencia de una estadística de 2015 que señalaba a El Salvador como el país más peligroso del mundo (al mismo tiempo que sus habitantes decían estar “súper felices”), construye con miranda una pieza sostenida tanto por sentimientos como por sensaciones. “Cuando conocí Guillermo“Para mí fue interesante ver cómo habla con una sonrisa de su vida en El Salvador, pero al mismo tiempo, detrás de esa sonrisa hay una vida muy traumática, con mucha violencia”, recuerda. marfil.
Y esa fue la semilla de Feliz drama de un joven del país más violento del mundo, una obra documental que podría subtitularse, “en diez fotos”. Como ambos reconocen, es un proyecto íntimo, porque habla de Guillermode su familia, de sus recuerdos, de cómo cambiar sensaciones y sentimientos de una vida que esconde, detrás de esas sonrisas ante la cámara, el dolor.
Guillermo Miranda desafía las convenciones teatrales con su auténtica actuación
Sin embargo, lo deciden desde la dramaturgia y la estética pero también como una especie de manifiesto, para rescatar recuerdos felices. Al principio, continúa Martinica, Guillermo Había elegido sesenta y seis fotografías felices – “demasiado para una sola obra” – y así empezaron. De ellos, eligieron diez basándose en un proceso creativo, pero dice que, dependiendo de la función y el estado energético del Guillermopresentar “algunas fotos más o algunas fotos menos”.
Reconocer esta operación como un esfuerzo conjunto. “Es un experimento, un drama documental” porque se trata de “una persona que habla de su vida: la dramaturgia de la obra está en sus manos, porque Guillermo Él es la persona que nos va a decir y que va a compartir con nosotros lo que quiere compartir. Entonces sí, este fue un proyecto de amistad y un proyecto íntimo para Guillermopero para mí también”, resume Ivor Martinic.
La obra revela cómo las imágenes de felicidad pueden esconder verdades profundas en esta obra de Miranda y Martinic
parte de la felicidad
En una sala oscura del Teatro de Moscú, Guillermo revela fragmentos de su vida a partir de fotografías seleccionadas de recuerdos felices, como se detalla Martinica, porque “las fotos se toman en momentos felices” –en una pieza que su madre cuestionó inicialmente –“No digas nada de nuestro pasado”–. Y miranda Reconoce que su madre tenía un poco de razón, porque hablar de él era hablar un poco de su madre, de su abuela, de su infancia y del paso, de generación en generación, de la violencia que vivió.
Sin embargo, sin caer en discursos o ideas de resiliencia, Guillermo señala que “ser una obra viva”, porque sigue viva [sonríe], habla de los cambios que están teniendo. “Al principio es cierto que mi madre me había dicho que no hiciera el trabajo y que no dijera nada, y ahora incluso aceptó ser filmada y luego también proyectada dentro del proyecto”. Hay un cambio de pensamiento.
Guillermo Miranda comparte su historia en “Drama feliz de un joven del país más violento del mundo”
La felicidad no es sólo una decisión estética o pragmática, sino algo que reconoce como parte de la cultura salvadoreña que tanto lo sorprendió. Martinica. Pasa con la música, que puede tener letras tristes, pero no tiene ritmos ni música triste, “como la cumbia, la salsa”. “En El Salvador no tenemos miedo de vivir. Siempre es ir muy adelante, estar siempre dispuesto a vivir”. Esto se resume en la capacidad de contar cosas sin que se le rompa la voz. Y con una sonrisa, a pesar del dolor.
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* El compañía de teatro t25 se presenta con Feliz drama de un joven del país más violento del mundo hasta el viernes 27 de octubre a las Teatro de Moscú (Ramírez de Velasco 535) a las 20:30 Autoría y acciones: Ivor Martinic y Guillermo Miranda; traducción: Nikolina Zidék; música: Maja Posavec; producción de vídeo y fotografías: Gabriel Vorbón; DIRECCIÓN: Ivor Martinic.
[Fotos: Gabriel Vorbon; Laila Catalan]
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