Beatriz Salomón: gloria y decadencia de una artista que luchó hasta el último minuto de su vida

Beatriz Salomón: gloria y decadencia de una artista que luchó hasta el último minuto de su vida

La recordada “Turca” falleció el 15 de junio de 2019, a los 65 años, luego de luchar contra un cáncer de colon. Conoció la gloria y la decadencia. Y luchó hasta el final por sus dos hijas. A 70 años de su nacimiento, un repaso por toda su carrera

Beatriz Salomón habría cumplido 70 años este lunesBeatriz Salomón habría cumplido 70 años este lunes

El 15 de junio de 2019 falleció. Beatriz Salomón. La Turca, como se la conocía cariñosamente en el mundo artístico, falleció a los 65 años en el Hospital Fernández, donde había pasado sus últimos días luchando contra un cáncer de colon. Pero ella venía de luchar contra una vida que le había hecho conocer todo lo bueno y también todo lo malo.

Beatriz nació en San Juan el 9 de octubre de 1953, en el seno de una familia de ascendencia siria. “En la casa donde vivíamos, mamá se encargaba de sembrar tomates, lechugas y espinacas. Teníamos un horno de barro donde ella hacía todo a mano. Al final del año, papá mataba un cerdo o una cabra”, solía recordar la actriz.

Como no había suficiente dinero en las Islas Salomón, el turco Dejó la escuela secundaria y comenzó a trabajar cuando era niña. Su primer trabajo fue en un bazar y no fue nada fácil. Su tarea era limpiar las ollas pero en invierno, con temperaturas bajo cero, sus manos se llenaban de sabañones y su alma se llenaba de impotencia. Cansado consiguió otro trabajo en una zapatería y, finalmente, en el Banco Agrario. Estuvo tres años, se hizo cajera y hasta gestionó asuntos de Hacienda.lo que representó todo un logro para una mujer en un lugar donde “hacer carrera” estaba reservado sólo a los hombres.

Al salir de la adolescencia, la belleza de Beatriz se hizo cada vez más llamativa. En el banco, uno de sus clientes era el gerente de una gran tienda de ropa femenina que insistió en que participara en un concurso.. Pero ella siempre recibía la misma respuesta: “Gracias, pero no”. El caso es que tenía un padre que tenía muchos celos de ella, hasta el punto de que se negó a celebrar su cumpleaños número 15 para que los chicos que la querían no se acercaran demasiado a ella.

Sin embargo, la insistencia del directivo dio sus frutos. “Un año me encontró con un sí vago y le dije: ‘Está bien, me voy’. ¿Dónde debería ir a probarme ropa?’”, recordó el turco. Así que se presentó y ganó no sólo la corona provincial, sino también la chance de participar en el concurso Miss Argentina y viajar por primera vez a Buenos Aires. En el nuevo concurso, la corona de reina fue para ella Silvana Suárez-que luego fue Miss Mundo- y Beatriz fue elegida princesa, pero ella no lo sintió como una derrota y mucho menos como un fracaso. “Descubrí que en Buenos Aires Conseguiría algún tipo de trabajo que no fuera bancario, entonces le propuse a mi hermana, que trabajaba en una cooperativa en San Juan, que viniera. Recaudamos dinero y nos mudamos”, recordó.

Patricia Dal, Pata Villanueva, Noemí Alan, Silvia Peyrou, Mimí Pons, José María Muscari, Beatriz Salomón, Sandra Smith y Adriana Aguirre celebraron la reposición de "Extinguidas" en el Teatro Palacio La Argentina   Patricia Dal, Pata Villanueva, Noemí Alan, Silvia Peyrou, Mimí Pons, José María Muscari, Beatriz Salomón, Sandra Smith y Adriana Aguirre celebraron la reposición de “Extinguidas” en el Teatro Palacio La Argentina

Como tantas chicas del interior, las Salomón se instalaron en una pensión. Fallaron, pero estaban dispuestos a quedarse en Capital Federal. Beatriz recordó que en un desfile de moda en su provincia había conocido a una modelo que prometió ayudarla, una tal… Susana Romero. Y ella era la morenaquien ya era muy conocida en el mundo del modelaje, quien le echó una mano.

Susana tenía varios shows al día y, una tarde que tenía dos shows, le pidió a Beatriz que la remplazara. “Cuando llegué saludé pero nadie me respondió, me miraron de arriba a abajo. Dije que era el reemplazo de Romero y empezaron a gritar: cómo es que no iba, quién era yo, quién me conocía… Me dieron un legging para probarme y me quedó perfecto. Me aceptaron y comencé a caminar con top models. Era costumbre que salieran serios, pero yo salí con mi sonrisa y les encantó. Me volvieron a aplaudir y, a partir de ahí, comencé a hacerme un lugar en el medio”, dijo el turco.

Beatriz modeló durante varios años no sólo en Argentina, sino también en París, Nueva York y Brasil. Pero además de brillar en las pasarelas, participó en más de sesenta anuncios. El más recordado fue el de una marca de cigarrillos donde aparecía vestida de blanco, con una capa que decía: “Oh la la, Paris”. Sin embargo, todavía le faltaba el gran salto de popularidad. Y eso se los daría la televisión.

Un productor, impresionado por su comportamiento, la invitó a trabajar nada más y nada menos que en el Tato Bores. “Era Tatuaje adicional, aparecía con su esmoquin, su peluquín y sus patines, y muchas chicas lo perseguían sin decir ningún texto. Entre esas chicas estábamos mi hermana y yo.”recordó Beatriz.

Beatriz Salomón con sus hijas (Teleshow)Beatriz Salomón con sus hijas (Teleshow)

Cuando ese ciclo terminó, Javier Portales La citó para otra en Canal 9, con Luisa Albinoni y Georgina Barbarroja. Duró casi un año y luego, por fin, se conoció su voz, ya que empezaron a darle pequeñas acciones.

Entonces, Beatriz se enteró que Alberto Olmedo y Hugo Sofovich buscaban a las ‘nuevas chicas Olmedo’. “Fui a una entrevista con los tres, primero me dijeron que Portales había hablado bien de mí, luego me preguntaron mi edad y mis intenciones. Dije que sólo quería trabajar y me aseguraron que en dos o tres días me llamarían sí o no. Cuando sonó el teléfono en la pensión donde aún vivíamos con Isabel pensé que era un trabajo más, nunca entendí la realidad de lo que se trataba”, confesó.

Así fue como Beatriz pasó a formar parte del staff de Olmedo, grupo en el que también figuraba Susana Romero, Silvia Pérez y Adriana Brodsky. Y junto con Black llegó el éxito y la masividad. Con No toca el botóndonde hizo “El mano santa”, logró más de 45 puntos de rating. Y las revistas luchaban por tenerlo en portada.

Al mismo tiempo, el turco participó en películas, actuó en obras de teatro y realizó giras por todo el país. “La relación con Olmedo fue fantástica, fue lo mejor que me pasó profesionalmente en mi vida. Todo salió muy bien y quedé muy feliz. “Yo ganaba mucho dinero en esa época y alquilaba un departamento en Barrio Norte”, dijo Beatriz.

Un verano en la costa argentina con sus niñas, que entonces tenían dos y cuatro años.  (Foto Archivo Atlántida Televisa)Un verano en la costa argentina con sus niñas, que entonces tenían dos y cuatro años. (Foto Archivo Atlántida Televisa)

Pero en 1988, en pleno éxito, Olmedo encontró una muerte absurda. Su partida fue terrible para todos los que trabajaron con él y Beatriz no fue la excepción. Durante dos o tres meses estuvo en estado de shock. Cuando pensaba como salir adelante la convocó Jorge Porcel para hacer Los Gatitos y Ratones de Porcel. Ella aceptó y, una vez más, el éxito la siguió. Posteriormente continuó trabajando con otros grandes comediantes como Jorge Guinzburg, Jorge Corona, Emilio Disi, Guillermo Francella y Berugo Carámbula.

En el escenario brilló, pero encontrar el amor fue más complicado para él. La mujer que apareció en más de medio centenar de portadas de revistas era muy discreta y apenas se revelaban sus relaciones. Se supo que tuvo un romance con Hernán Di Natale, ex entrenador de Nueva Chicago, pero terminó en muy malos términos. Hasta que anunció su matrimonio con el cirujano plástico Alberto Ferriols. Y con él parecía que ya lo tenía todo: una carrera exitosa, reconocimiento popular, una pareja que la quería y un proyecto familiar. Pero en 2004 se separaron abruptamente.

En ese momento Beatriz estaba pasando el proceso de adopción de sus hijas Noelia y Betina y para ellas, Según reconoció en más de una ocasión, salió a pelear con ella. Se quejó ante el tribunal, pidió trabajo, luchó por apoyo, contó su situación a quien quiso escucharla y nunca se rindió. Sus niñas fueron su apoyo y fortaleza.

“Con Noelia y Betina somos muy amigas. Los tres vamos juntos a todas partes. Ahora se han mimetizado bastante conmigo; Lo noto en su apariencia, en su vestimenta y maquillaje. ¡Me encanta que sean coquetos! Cuando puedo les señalo (tal vez esté mal) que estoy criando dos princesas. Para mí fue difícil, y me es difícil, criarlos. Quiero que sean dos mujeres divinas y encuentren dos maridos maravillosos. No dejes que cometan errores como yo”, dijo el turco.

Ante la mirada curiosa de los turistas, posó en la piscina del Eleton Resort.  (Foto Fabián Uset/GENTE)Ante la mirada curiosa de los turistas, posó en la piscina del Eleton Resort. (Foto Fabián Uset/GENTE)

Pero la vida le tenía reservado otro golpe, tan inesperado como cruel. Su hermana Isabel fue diagnosticada con una enfermedad degenerativa y terminal que acabó con su vida cuando acababa de cumplir 50 años. Beatriz estuvo a su lado durante todo el proceso y, cuando le llegó el turno de despedirse, la pena la recorrió.

“Mi mamá murió pero tenía 83 años y uno supone que vivió mucho tiempo, pero lo que le pasó a Isabel fue tremendo, muy irreparable. Ella era menor que yo, dejó un hijo de 10 años que la necesitaba mucho. Y ella tenía mucho que hacer. La extraño. Era demasiado joven para morir”, dijo al recordar a su hermana.

En medio del dolor apareció una propuesta salvadora: José María Muscari Él le ofreció protagonizar la obra Extinguidas y Beatriz volvió a sentir el mejor de los mimos: el cariño del público. Rodeada del amor incondicional de sus hijas, el cariño de amigos y personas que no la olvidaban, parecía que la vida de Beatriz volvía a encontrar un poco de paz.

Pero en junio del año pasado tuvo que ser internada de urgencia en el hospital Fernández. Los primeros resultados no fueron alentadores: aparecieron manchas en el hígado. Nuevamente se preparó para pelear. Así se la pudo ver esperanzada y luchadora en la fiesta del cumpleaños número 15 de Betina, su hija menor. “Vamos a intentar exterminar el bicho que tengo con unos medicamentos nuevos que me van a inyectar. Por mis hijas estoy dispuesta a luchar contra ello. Son muy jóvenes y me necesitan. “Voy a salir de esta como salí de tantas”, dijo entonces.

Sin embargo, esta última batalla fue demasiado desigual y Beatriz no pudo ganarla. Desde su infancia en San Juan, cuando tenía que salir a luchar contra el peso, pero también cuando reinaba su belleza, entendió que la vida viene con carencias y dolores, con amores y desamores. Para algunos, Salomón era sólo una niña Olmedo. Para otros, es una mujer deslumbrante. Para sus hijas fue la gran madraza. Lo que nadie duda es que fue una mujer valiente y valiente.

Beatriz Salomón

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Source: pagasa.edu.vn

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