4¿Y si Argentina quiere esta vez dar un salto al vacío?

4¿Y si Argentina quiere esta vez dar un salto al vacío?

Javier Milei en el Foro Económico Latam en Buenos Aires Javier Milei en el Foro Económico Latam en Buenos Aires

Hay frases que, en determinados momentos, aparecen como un rayo en medio de la tormenta y rebotan de líder en líder. Especialmente en tiempos de elecciones, en tiempos de incertidumbre, ese estado gaseoso que es el favorito de la Argentina desde hace cincuenta años. O quizás por más tiempo.

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Desde el fondo de la historia. La incertidumbre de aquellos aventureros bajo la lluvia y frente al Ayuntamiento en 1810.

La frase la dijo un dirigente experimentado, que tiene más de sesenta años, que es candidato a gobernador de Buenos Aires, que es intendente de Lanús y que, como si no le faltaran incertidumbres, es presidente de Independiente, ahora en adelante. Dejar pero con la mirada alerta a los hinchas de fútbol al equipo de sus desvelos. Néstor Grindetti estaba sentado frente al periodista Jorge Fontevecchia en una de esas entrevistas extensas, donde el invitado se relaja.

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Creo que votar por Milei es dar un salto al vacío”, Grindetti soltó la frase. Le habían preguntado sobre la hipótesis de una segunda vuelta entre Javier Milei y Sergio Massa, la peor de todos los mundos para Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio que ganó la coalición interna y que, además de luchar contra Milei y Massa, debe luchar. cada día contra la tormenta de pasiones contradictorias que recorre todo su espacio.

Y entre ellos, la pasión de Mauricio Macri, quien destila simpatía hacia el adversario libertario. Tanta simpatía que Patricia se pone nerviosa y se pregunta si cuenta o no con el expresidente. Todo el mundo quiere creer que sí a la coalición. Pero no todos lo creen.

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Si se toman los resultados de las PASO y se mezclan en un cóctel con las primeras encuestas que circulan entre los candidatos, la respuesta es unánime. Lo cierto es que sí, la sociedad argentina efectivamente parece querer dar un salto al vacío. Milei no ha bajado ningún punto de ese casi 30% que le dio el escrutinio final de las primarias.

Todo lo contrario. Hay encuestas que lo sitúan en el 34%, 35% e incluso 36%. Demasiado cerca del 40% de los votos a partir de los cuales el candidato del pelo desordenado podría empezar a ilusionarse con una victoria en la primera vuelta. Sólo les quedaría superar ese 40% y sacar diez puntos de ventaja sobre el segundo.

La Constitución del Pacto de Olivos también establece que si alguno de los candidatos alcanza el 45% de los votos el próximo 22 de octubre, sería automáticamente consagrado presidente. Incluso si gana por un punto. Pero esa hipótesis no aparece en ninguna encuesta anterior. La utopía de Milei, tal como la define Grindetti frente a Fontevecchia, no alcanza esa dimensión.

Como sucedió antes de las PASO, La estrategia electoral de Milei desconcierta a los especialistas argentinos. E incluso esa confusión ha traspasado varias fronteras y provoca curiosidad en Estados Unidos, Brasil y España. Ya se ha dicho en esta columna que el propio Lula Da Silva le pidió hace algún tiempo a Daniel Scioli unos vídeos con los discursos del libertario. No es fácil sorprender al embajador, pero Lula lo sorprendió con el pedido.

Esta semana, el influyente diario español “El confidencial” Publicó una columna muy extensa, de unos diez minutos de duración, maravillándose de los insultos, la ideología y los perros de Milei. El periodista Carlos Prieto lo tituló “Javier Milei es un loco, pero es nuestro loco: lo que le espera a la Argentina”. En el texto disfruta del carácter novelesco del personaje, aunque descansa en la tranquilidad de que probablemente no llegue a ser presidente.

Quizás, en la próxima columna, puedan enterarse de que el perfil ficticio de Milei ya no sorprende en Argentina, y que los encuestadores no dan demasiada importancia a las cifras que recogen por miedo a volver a equivocarse. Pero En todos estos trabajos estadísticos el libertario no se paraliza, sino que despega.

Javier Milei y su compañera de fórmula, Victoria Villarruel Javier Milei y su compañera de fórmula, Victoria Villarruel

En Estados Unidos, el personaje de Milei despierta cierta simpatía como el que puede suscitar cualquier candidato que se pronuncie a favor de acabar con el déficit fiscal, que odie el papel del Estado y que diga que sus dos aliados estratégicos en su gobierno serán Estados Unidos e Israel. La única excepción es el Fondo Monetario Internacional. quien, esta misma semana, planteó las dudas de los economistas de su equipo sobre un eventual plan de dolarización para enderezar la economía.

Tampoco es un tema que preocupe demasiado a Milei. El candidato tiene un desprecio trumpiano por organismos multilaterales como el FMI y cree que cualquier dificultad, si llega a ser presidente, se resolverá con los accionistas. Es decir, con los países miembros. Es decir, con Estados Unidos. Con el jefe.

La campaña de Milei tras las PASO ha quedado desorganizada. Y nada indica que vaya a ordenarse en algún momento. Hay cierto regodeo sobre las cualidades beneficiosas del caos. Estos días sus principales candidatos y dirigentes aparecen lanzando conceptos a veces contradictorios. Milei dice ahora que la dolarización se haría con el valor del dólar blue actual de 730 pesos. Diana Mondino ha dicho que si hace un año se necesitaban 10 mil millones de dólares para iniciar el proceso de dolarización, debido a la deuda en pesos se necesitarían ahora no menos de 90 mil millones. Y Carlos Rodríguez añade que La única manera de “despesificar” rápidamente la economía es con un hipermercado (Alfonsín, 1989) o con un Plan Bonex (Erman González, 1991). De lo contrario, todo será más lento.

El economista también sintió el viento de la campaña electoral atravesar su rostro. Darío Epstein, un respetado analista de mercado que acompaña a Milei. Claro que una cosa es la Ciudad y otra muy distinta la política profesional. En un seminario para el diario Clarín compartió panel con Joaquín De la Torre y Julián Domínguez (dos veteranos de la casta que conocen bien la gestión y los cosos electorales). Allí habló de la dolarización. sin tener demasiado en cuenta el peso que sus palabras, y las de cualquier otro miembro del equipo, tienen para el escenario político y económico. Y quizás habló de más.

No vamos a dolarizar si no hay dólares”, explicó Epstein, como si estuviera en el salón de un club de fumadores. Y luego añadió una serie de conceptos muy racionales y tranquilizadores. Pero no estaba en un éxtasis de placer. Estaba en un seminario periodístico, siendo escuchado por empresarios y periodistas, seis semanas y media antes de las elecciones presidenciales. La frase voló por la autopista digital y en segundos se convirtió en insumo de campaña para el resto de los candidatos. Nadie pierde el tiempo.

Ante el desorden proselitista de Milei, Patricia Bullrich intenta contrarrestar el orden. El martes presentó a sus portavoces de campaña en cada zona con Carlos Melconian al frente. Y el miércoles adelantó algunos de los ejes temáticos de su campaña. El título es precisamente “Un país ordenado y, a lo largo de 88 agotadoras páginas de presentación, integró la propuesta de economía bimonetaria elaborada por la Fundación Mediterránea con sus propias ideas sobre seguridad, salud, educación y justicia.

El objetivo de Bullrich y su equipo es superar el 30% de los votos (algunos mencionan el número 32 como si fuera un talismán) para llegar a segunda vuelta. e impedir de alguna manera que Milei gane en la primera ronda. Todos los dirigentes de Juntos por el Cambio están convencidos de que si llevan a Milei a segunda vuelta, Patricia tendría más posibilidades de llegar a la Casa Rosada.

La candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich La candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich

Pero no todos creen que se pueda lograr. Los macristas de Macri que trabajan con el candidato Sueñan con una campaña similar a la que enfrentó el expresidente (y Miguel Angel Pichetto) en 2019 luego de la tremenda derrota en las PASO del 11 de agosto. Muestran las fotos del “si es posible” en las plazas argentinas y se les llenan los ojos de lágrimas. Y es entonces cuando los bullrichistas enfrían su adrenalina con la espada de la realidad.

No olviden que perdimos, muchachos; Sí, puedes, fue muy bonito, pero perdimos. Y tuvimos que volver a casa”, responden con crueldad. Así que no hay romanticismo que valga la pena.

Patricia, los dirigentes del PRO y los radicales lo apuestan todo de cara a las próximas elecciones, en las que los socios de la UCR se juegan tres gubernaturas. Este domingo van al todo o nada en Santa Fe, con Maximiliano Pullaro. Y los dos domingos siguientes tendrán las batallas del Chaco (con Leandro Zdero) y la de Mendoza, una elección clave en un territorio donde es local el senador radical Alfredo Cornejo, aunque el huracán Milei arrasó las PASO.

Así son las cosas entonces. Milei disfruta el desorden de su campaña y parece sentirse a gusto en el caos de una ola que por ahora le anima a elevarse por encima del resto. Patricia, en cambio, acaba de sortear el shock que produjo en la coalición el resultado de las PASO e intentará ir en busca del milagro que la devuelva a la carrera. y ella también lo es Sergio Massa, claro, que este viernes en Tucumán intentará sacarle las narices a la inflación sin remedio y con el veneno del dólar para sumergirse en algo que se asemeja a un acto de campaña peronista.

¿¿Y Cristina? ¿Y Alberto Fernández? Bien, gracias. Sacando el cuerpo de la desgracia.

Una inflación disparada y un dólar descontrolado nos traen imágenes de finales de los años 1980. En aquellos días, la sociedad decidió arrojarse al vacío de un Carlos Menem que proponía la magia de los salarios altos. Todo indica que los argentinos nuevamente enfrentan otro abismo de consecuencias desconocidas. Lo que sí se sabe es esta decadencia de muchos años.

En poco más de mes y medio se sabrá si la tentación de Javier Milei de lanzarse al vacío es más poderosa que cualquier otra invitación. La del 13 de agosto fue sólo una inmersión de prueba. El domingo 22 de octubre no habrá vuelta atrás.

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Source: pagasa.edu.vn

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