Poirier merienda con el Barça en el Clásico de Baloncesto

Poirier merienda con el Barça en el Clásico de Baloncesto

Vincent Poirier en el Clásico (acb Foto/V. Carretero)Vincent Poirier en el Clásico (acb Foto/V. Carretero)

En un día en el que el baloncesto del Real Madrid necesitaba especialmente potencia interior, Vicente Poirier dio un paso adelante lo suficientemente fuerte como para derribar el Barça en eso clásico de primera liga es de la temporada. El francés sintió el picor de los grandes días desde la primera parte, deleitando a la grada con varios alley oops aportados por Sergio Rodríguez. Sin embargo, fue tras el descanso cuando su aportación ayudó a los blancos a tener una marcha más que su eterno rival y escaparse, definitivamente, en el marcador (86-79).

Fue el partido soñado bajo las tablas para Poirier, pero también para el enésimo exponente de la inagotable cantera del Real Madrid: Ismaila Diagne. A pocos días de la esperada visita de Luka Doncic a los Dallas Mavericks, el senegalés le superó como el jugador más joven en la historia de los Clásicos ACB: 16 años, nueve meses y nueve días. A partir de un domingo que seguramente no olvidará, se desempeñó por dentro de tal manera que nadie recordó que en el equipo local faltaban Tavares y Deck.

Los hombres altos del Madrid supieron, sin duda, con los del Barça, en el que Willy Hernangómez careció del protagonismo en el campo que se espera de él en su regreso a Europa: si no fuera por los pitos en su contra (le se hizo sentir especialmente al viajar hacia la línea de tiros libres), habría pasado completamente desapercibido. Incluso Nnaji, con un mate de escándalo en los minutos que tuvo disponibles, se notó más en la cancha.

Campazzo, como si nunca se hubiera ido

Parecía que el Madrid ganaba y dominaba el partido cuando quería. Nada más empezar, ya mandaba cómodamente, pero las fuerzas estaban igualadas. No se apretó lo suficiente el acelerador hasta el tercer cuarto, cuando quedó claro que la victoria se iba a quedar en el WiZink Center. Entonces, los máximos madridistas no dejaron de acumular y el Barça no dejó de pedir la hora.

El triunfo blanco no se fraguó sólo por los interiores. Facundo Campazzo y Dzanan Musa se reivindicaron una vez más. El primero ha vuelto a ser igual de decisivo en la dirección que antes: cuando aparece en el partido, hace y deshace con inusitada facilidad. Al segundo le piden galones desde que llegó el pasado verano y parece decidido a asumirlos.

Darío Brizuela fue el gran estilete azulgrana, en una actuación demasiado fría del equipo de Roger Grimau tras su paso por el vestuario. Su juego nacía y moría en las ráfagas, sin que nadie tomara el toro por los cuernos: un poco de Parker, un poco de Laprovittola, un poco de Jokubaitis… Pero, a la hora de la verdad, se impuso en la inconstancia. . Nadie pudo aguarle la fiesta a Poirier que muy posiblemente dejó atrás su mejor hoja de servicios desde que aterrizó en la capital española. Le pidieron que dominara, como consiguió hacerlo en el Baskonia, y aquí está, dispuesto a hacerlo.

Real Madrid BaloncestoFC Barcelona BaloncestoLiga ACBBásquetbolBaloncesto EspañaEspaña-DeportesNoticias España

Categories: Últimas Noticias
Source: pagasa.edu.vn

Leave a Comment