Emoción, cabeza, trabajo: las lecciones para escribir bien de Liliana Heker, la autora que inaugurará la Feria del Libro. Ella es parte de la generación valiente de los años 60. A los 16 años logró introducirse en el mundo literario del momento. Participó en revistas que hicieron historia y en sus clases deja claras algunas cosas.

Emoción, cabeza, trabajo: las lecciones para escribir bien de Liliana Heker, la autora que inaugurará la Feria del Libro.  Ella es parte de la generación valiente de los años 60.  A los 16 años logró introducirse en el mundo literario del momento.  Participó en revistas que hicieron historia y en sus clases deja claras algunas cosas.

Liliana Heker y su máquina de escribir.  (Franco Fafasuli)Liliana Heker y su máquina de escribir. (Franco Fafasuli)

Eso Liliana Hecker (Buenos Aires, 1943) es el escritor elegido para inaugurar la Feria Internacional del Libro 2024 es, ante todo, un hecho de justicia poética. No sólo porque es dueña de una obra ineludible -se define, sobre todo, como una narradora que, de vez en cuando, se topa con un tema “novedoso”- sino también porque, como profesor de escritores Ha hecho un aporte inusitado a la formación de una generación de autores: pertenece a esa estirpe de grandes talleristas que, además de haber dedicado su vida al oficio de escribir, tuvieron la generosidad de ayudar a otros en la construcción de su respectivas obras.

En su caso, durante casi medio siglo, desde 1978 hasta hace muy poco tiempo, cuando decidió concentrarse nuevamente en escribir su propia ficción.

Estas dos facetas de su biografía, la de narradora y la de tallerista -por su ya legendario taller pasaron muchos de los mejores escritores argentinos contemporáneos, como Samanta Schweblin, Guillermo Martínez, Inés Garland, Silvia Schujer, Pablo Ramos o Enzo Maqueira-. entre otros. -, la convierten en una especie de criatura de dos caras: son dos dimensiones inseparables de su historia como autora.

composición de tapas Liliana Hekercomposición de tapas Liliana Heker[Los libros de Liliana Heker se pueden adquirir, en formato digital, en Bajalibros, clickeando acá.]

“Creo en los talleres de creadores”, dijo. Sólo un creador puede dar un taller como yo lo entiendo, porque al corregir un texto uno tiene que meterse en el proceso creativo, en lo que el otro quiere decir, en lo que el otro busca”.

Si pretendemos cubrir la trayectoria de Hekertendremos que remontarnos a sus 16 años, cuando Abelardo Castillo Le propuso integrarse al equipo de El cricket de papel (1959-1960), una de las tres revistas literarias emblemáticas en las que también dejó su huella. Y tampoco podemos ignorar que es una de las últimas representantes de una generación, la de los años 60, que unió a la suya. Castillo, Sylvia IparraguirreMiguel Briante o Ricardo Piglia- para quienes el compromiso político era asimilado a la literatura.

Todo empezó cuando Heker Supo que la revista El grillo de papel convocaba a jóvenes poetas y autores a enviar sus textos. Ella envió una carta y un poema:

“Sentí que me estaban hablando”, dijo en una entrevista reciente con Infobae Leamos. Fue entonces cuando el novio de mi hermana me prestó una máquina de escribir con la que escribí el poema y la carta, que envié por correo y que él recibió. Abelardo, que tenía un gran sentido del olfato. Ella me dice: ‘El poema es terrible pero por la carta se nota que eres escritora’. Era un jueves. Al día siguiente, a los 16 años, a principios de 1960, llegué al Café de los Angelitos y descubrí ‘el mundo literario’. No la literatura, sino eso, el mundo literario… Sabía que ella eligió ese mundo, ese Elegí ese mundo para siempre.“, él explicó.

"Las Peras del Mal" es una del autor“Las Peras del Mal” es uno de los libros de cuentos más conocidos del autor.

La máquina con la que había escrito la carta y el poema era una Royal semiportátil de 1948, y más tarde llegaría una Olympia, que le regalaría su padre poco antes de morir, cuando ella tenía 18 años: un gesto que Heker siempre apreciado.

Fueron los años en los que se integró a las tertulias literarias de aquellas revistas que le servían de escuela, y hoy son decisivas para entender su ADN literario: podrían ser diez o veinte personas -hombres, en su mayoría- las que conocieran en cafés. Los bonaerenses, especialmente el Café de los Angelitos o el Café Tortoni, antes de convertirse en espacios turísticos, para hablar de libros, y de filósofos como Sartre o Camus.

Heker pasaría a ser secretaria de redacción de El Grillo de papel, a través del cual firmas como las de Julio CortázarCarlos Fuentes, Augusto Roa Bastos, Juan Goytisolo o Ernesto Sabato, mientras que otros como Ricardo Piglia, Sylvia Iparraguirre, Humberto Costantini, Miguel Briante, Alejandra Pizarnik o Isidoro Blaisten, debutaron con sus primeros trabajos.

Heker enseña que la corrección es el verdadero acto creativo, lo que la precede es casi siempre “un mal necesario”.

Fue también en esos editoriales y esos debates donde empezó a entender la literatura, además de un oficio sagrado, como una forma de dar cuenta de un tiempo histórico, sensibilizar y ofrecer una visión del mundo, inseparable de la ideología y la identidad. En su caso, también la defensa de los derechos humanos

El generación de los 60 -al que presume de pertenecer- ejerció su profesión sabiendo que el propio hecho de ser escritora implicaba un compromiso con la coherencia. Y ese es el compromiso que Heker se ha venido honrando hasta este momento, al margen de cualquier concepción asociada a la facilidad, la suerte, la magia o la conveniencia personal. También fuera de una mirada alejada del asombro ante el misterio de la vida y sus conflictos intrínsecos: ser escritor encarna esa complejidad.

En The Golden Beetle (1961-1974), que apareció después de The Cricket… fue prohibido por decreto de Arturo Frondizi, en 1961-, llegó a desempeñarse como subdirectora. Si bien El Ornitorrinco, que cofundó con Castillo e Iparraguirre en 1977, fue -como lo eran los talleres de escritura de la época- un espacio para resistencia cultural durante la última dictadura, hasta su cierre, en 1984.

Liliana Heker, con Luis Novaresio, en Infobae.Liliana Heker, con Luis Novaresio, en Infobae.

Durante esos años -en 1980- también tuvo su famosa polémica con Cortázar sobre los escritores que habían salido del país durante la dictadura y los que se habían quedado: terminaron amigos. Mientras tanto, Heker Comenzó a forjar una obra que sería traducida a numerosos idiomas y terminaría colocándola entre los grandes nombres de la literatura argentina del siglo pasado.

Su trabajo

En 1966 publicó su primer libro de cuentos, Los que vieron el arbustoal que le seguiría Acuario, en 1972 y Un resplandor que se apagó en el mundo. (tríptico de nouvelles), en 1977. Con el tiempo llegaron Las peras del mal (1982) y en 1987, zona de escote, su primera novela. los cuentos de Los bordes de la realidad (1991); su segunda novela, El fin de la historia -publicado en 1996 y reeditado recientemente-; Las hermanas de Shakespeare(1999); La crueldad de la vida (2001); Diálogos sobre la vida. y la muerte (2003) o, más recientemente, La trastienda de la escritura (2019), que recopila un método, las claves de tu propio proceso creativo. En conjunto, una construcción formidable.

Tus lecciones

En sus clases, Heker enseñó que no puedes escribir sin emoción pero tampoco prescindimos de la lucidez. Que la espontaneidad y la rapidez no son valores en la literatura. Que la falta de autocrítica puede ser tan peligrosa como el rigor despiadado, y que la experiencia real puede ser un punto de partida pero nunca equipararse a un hecho estético: La realidad no construye obras artísticas por sí sola..

Enseñó que lo que el autor pueda convertir en literatura dependerá, en todo caso, de un trabajo esencialmente artesanal, y que corrección Es el verdadero acto creativo, lo que lo precede es casi siempre “un mal necesario”, suele decir.

La escritura entendida como una búsqueda y un aprendizaje, siempre inacabado: se considera y se define como “una eterna aprendiz”, curiosa, inquieta, entusiasta.

La maravilla reside en pasión con el que continúa escribiendo y la forma en la que comunica las mil razones que tiene un escritor para perseverar en los sentidos que lo impulsan. Cada uno construye su propio credo.

Feria del LibroLiliana HekerLiteratura argentina

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Source: pagasa.edu.vn

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