El Museo del Prado muestra el arte como propaganda contra judíos y conversos en la Edad Media

El Museo del Prado muestra el arte como propaganda contra judíos y conversos en la Edad Media

El Museo del Prado muestra el arte como propaganda contra judíos y conversos en la Edad Media El Museo del Prado muestra el arte como propaganda contra judíos y conversos en la Edad Media

Él Museo del Prado Acoge la primera exposición sobre el papel que jugaron las imágenes en las relaciones entre cristianos, judíos y conversos en España entre 1285 y 1492, imágenes propagandísticas concebidas por los cristianos y que utilizaron para construir su identidad.

Tanto por el número como por la representatividad de las obras seleccionadas, 71 entre pintura, escultura, miniatura, orfebrería y grabado, El espejo perdido. Judíos y conversos en la España medieval Se trata de una de las exposiciones más esperadas del Museo del Prado, donde podrá verse del 10 de octubre al 14 de enero de 2024, fecha en la que viajará al Museo Nacional de Arte de Cataluña.

“Es una exposición que nos habla de fronteras, intolerancia y convivencia; que nos invita a mirar nuestro pasado y una manera de construir una identidad”, explicó Juan Molinacomisario de la exposición.

“Auto de fe” (1475), de Pedro Berruguete (Museo del Prado)“Auto de fe” (1475), de Pedro Berruguete (Museo del Prado)

Una muestra que se basa en el “Auto de fe” (1475), de Pedro Berrugueteuna pintura encargada por Tomás de Torquemada para el Monasterio de Santo Tomás de Ávila, una de las sedes de la Inquisición, “que sirve como obra de propaganda”.

Un pintor que demuestra su implicación personal con la que Molina considera “la primera institución española”, teniendo en cuenta los cuadros que por iniciativa propia entregó a la Inquisición, y que ésta utiliza asertivamente como lienzo de San Pedro Mártir.

Cada una de las piezas muestra cómo los cristianos, a finales de la Edad Media, desarrollaron una serie de imágenes, de judíos primero y conversos después, según su percepción bajo la cual trasladan “ideas, conceptos y angustias que utilizan como instrumento de afirmación de identidad”, señala.

“Bajada de Cristo al Limbo” Bermejo (Museo del Prado)“Bajada de Cristo al Limbo” Bermejo (Museo del Prado)

Una reflexión que demuestra las difíciles relaciones entre judíos, conversos y cristianos que, sin embargo, mantuvieron un espacio de colaboración entre artistas.

“Los retratos no son nada asépticos, porque cada imagen incorpora una forma de ver. Esta manera cristiana de mirar el mundo judío no tiene que ver con una exposición dedicada a Sefarad, sino con particularidades que afectan a la manera en que se ve al judío y especialmente al converso”, debido a las sospechas que se extienden sobre su falsa conversión, subraya el comisario

La exposición se estructura en cinco secciones: Traslados e Intercambios; De precursores a ciegos; Antijudaísmo e imágenes mediáticas; Imágenes para conversos, Imágenes de conversos y Escenas de la Inquisición.

Entre las joyas de la exposición se encuentran las Cantigas de Santa María, que reúne 200 escritas en verso, musicalizadas y con ilustraciones, en las que se evidencia el poder sobrenatural de las imágenes, encargadas por Alfonso X el Sabio.

Página de la Hagadá Dorada (Wikipedia)Página de la Hagadá Dorada (Wikipedia)

Una de las piezas más interesantes es la Hagadá dorada (1320-1330) que abandonó por primera vez Inglaterra para regresar a sus orígenes en España. Manuscrito en hebreo, elaborado por cristianos, al que se le llama oro por el color de sus imágenes, en el que se narran las plagas de Egipto. Este manuscrito va acompañado de dos más, uno de ellos escrito en catalán y hebreo.

“Cada vez se crean fronteras más opresivas entre comunidades, una polaridad que hace cada vez más compleja la reconciliación”, dice Molina, añadiendo que el antijudaísmo en el arte era “una realidad histórica evidente y en ese contexto se hacen imágenes concebidas como expresión”. . de rechazo, pero sobre todo como elemento de estructuración de la identidad cristiana”.

En los siglos XIV y XV surgen los primeros estatutos de pureza de sangre, estableciendo que los conversos eran impuros por sangre, “ya ​​no hablamos de judaísmo sino de antisemitismo”.

Fuente: EFE

Museo del Prado

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Source: pagasa.edu.vn

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