El hechizo de la niña buena: vivir en el territorio del ‘tengo que’ y el ‘debo’

“Debería estar más agradecido”.

“Debería esforzarme más”.

“No debería enojarme por esto.”

“Tendría que ser más disciplinado”.

“Ya no debería procrastinar tanto.”

“Debería ser más productivo”.

“Debería hacer ejercicio”.

“Debería estar más delgada.”

“No debería comer esto”.

“Debería pensar en positivo”.

“Debe ser bueno”.

“No debería importarme”.

“Debería importarme más”.

“Debería trabajar más”.

“Debería trabajar menos”.

Debería, debería, debería…

¿Qué otros ‘debería’ faltan para completar tu lista?

Las mujeres suelen dedicar tiempo a pensar en los “deberes”.

María Korneeva

Les presento el hechizo de la chica buena, un hechizo que mantiene a muchas mujeres viviendo en el territorio del ‘tengo que’ y el ‘debo’, en lugar del territorio del ‘necesito y quiero’ rodeadas de culpa, vergüenza por de no ser ‘perfectos’, de sentir que no son suficientes y que nunca hacen lo suficiente y de seguir reglas invisibles, impuestas desde fuera, que desgastan, confunden y abruman.

Incómodo, lo sé. Real también. Despertar de este hechizo ha sido una prioridad en mi vida en los últimos años y confieso que se ha convertido en una de las experiencias más desafiantes pero también liberadoras. Nunca me había dado cuenta del enorme impacto que tuvo en mi vida, tratar de ser “responsable”, no “defraudar a los demás”, querer controlar las opiniones de los demás sobre mí, ser “prudente”, hacer “lo correcto” y más. Hoy veo y sé que mucho de lo que pensé que era un ‘problema conmigo’ o algo que ‘TENÍA que ser’, fue en realidad una consecuencia de este hechizo.

No, simplemente me pasa a mí. Aprendí a reconocerlo en todas las mujeres con las que trabajo. TODOS estamos “hechizados”, sin importar posición, nacionalidad, historia de vida…

Sí, este hechizo se manifiesta de muchas maneras y en algunos ámbitos de nuestra vida, más que en otros, y lo hace incluso en las mujeres que vemos más ‘poderosas’, a las que quizás todos escuchan en la sala de juntas, pero en su familia no. Puedes decirle a tu abuelo que no le hable así a sus hijas. El hechizo opera sobre la ‘complacencia’, sobre la ‘invisibilidad’, sobre la ‘contracción’ y para muchos otros también sobre la ‘supermujer hiperindependiente’, ‘todo’ y ‘fuerte’ que no pide ayuda porque ‘¿para qué molestar a los demás? ‘Si puede, soluciona la vida de los demás, es ‘hiperresponsable’ y utiliza muchas otras estrategias para protegerse del malestar, la vulnerabilidad y la vergüenza.

Categories: Entertainment News
Source: pagasa.edu.vn

Leave a Comment