Elecciones PASO en Corrientes
El La democracia es un valor universal. que otorga a la decisión popular el poder de elegir periódicamente las instituciones de representación y gobierno, y definir su propio sistema político, económico, social y cultural en el marco de un Estado de derecho que reconozca a los individuos como libres e iguales.
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El 15 de septiembre, el Día Internacional de la Democraciaestablecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007. La fecha conmemora la adopción por la Unión Interparlamentaria de la Declaración Universal de la Democracia en 1997.
El Día Internacional de la Democracia es una oportunidad para revisar críticamente los logros y las deudas de la democracia, y proponer nuevas formas de fortalecerla y buscar respuestas a desafíos sistémicos que enfrenta, como las desigualdades y los riesgos para las libertades, y la capacidad de innovación frente a los desafíos emergentes.
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La Declaración Universal de la Democracia se divide en tres partes. En el primero, el principios de la democracia, como la primacía del derecho, el ejercicio de los derechos humanos, la igualdad y no discriminación y la participación ciudadana en la toma de decisiones. La segunda parte aborda aspectos como transparenciaresponsabilidad, independencia del poder judicial, pluralismo política, la libertad de expresión y de opinión, y la celebración de elecciones periódicas, libres y justas. La tercera parte, Cooperación internacionaldestaca la importancia de la cooperación entre Estados para promover y consolidar la democracia, y señala que las democracias deben abstenerse de interferir en los asuntos internos de otros países.
Aunque es de naturaleza instrumental, la democracia se basa en elecciones libres y justas y, en consecuencia, el valor de la celebración de elecciones periódicas y genuinas mediante el sufragio universal está universalmente consagrado.
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Sin embargo, hay una creciente insatisfacción en este sentido en los últimos años. A las frustraciones de las sociedades insatisfechas con el desempeño de las instituciones políticas y la inequidad en la distribución de la prosperidad, se suman nuevos riesgos sobre los que reflexionar.
El niveles crecientes de polarización de las sociedades hacen que la coexistencia sea disfuncional y perturban la capacidad de generar consenso en torno a lemas que permitan a los ciudadanos tomar decisiones informadas.
La polarización produce, entre otras cosas, disfunciones informativas que afectan la comunicación pública, la percepción ciudadana y la capacidad de fortalecer el debate democrático como medio de resolución de conflictos.
Una intensa polarización política puede debilitar la democracia al transformar a los adversarios políticos en enemigos a los que hay que derrotar, en lugar de competidores con los que se puede negociar, y esto dificulta alcanzar acuerdos y avanzar hacia objetivos comunes, lo que afecta la gobernabilidad. y la estabilidad en las democracias.
Asimismo, la polarización política puede conducir a un aumento de abstención electoralya que los ciudadanos pueden sentirse insatisfechos con las opciones políticas disponibles y desilusionados con el sistema democrático.
Aunado a esto, el desinformación, representa una amenaza global a la libertad y la democracia, ya que puede socavar la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones informadas y afectar negativamente la calidad de la democracia. Las campañas de desinformación a menudo buscan construir una narrativa maliciosa, que puede generar desconfianza en las instituciones democráticas y los líderes políticos.
En el contexto de las elecciones, se han constatado cada vez más dos riesgos recurrentes. Lo que hemos llamado fraude de consentimiento ocurre cuando la opinión pública es manipulada intencionalmente para movilizar, inmovilizar o intimidar a grupos de votantes mediante afirmaciones falsas. Y en segundo lugar, el fraude de deslegitimación se refiere a una dialéctica de campaña, donde los ataques entre candidatos son reemplazados por ataques al propio sistema electoral. Este fenómeno tiene como objetivo sembrar dudas sobre los resultados de las elecciones, socavar la confianza en el organismo electoral y, en consecuencia, en las autoridades electas.
Nuestro país aún no ha sido testigo de estas estrategias maliciosas, pero no debemos descuidar las fortalezas de nuestro criticado pero sólido sistema electoral.
Para abordar estos riesgos, es esencial fortalecer los órganos e instituciones electorales, promover la participación ciudadanacombatir la corrupción, reducir la polarización política y promover la educación cívica y la formación en valores democráticos.
Además, las democracias deben poder adaptarse e innovar en respuestas a los desafíos emergentes, para garantizar que sigan siendo relevantes y eficaces en el siglo XXI.
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Source: pagasa.edu.vn