¿Cuándo empieza a notarse la diferencia de edad en la pareja?

Una psicóloga británica de 45 años compartió cómo cambió su relación cuando su marido, de 79 años, apoyó un encuentro romántico con un hombre más joven. Los riesgos y desafíos de una relación abierta

Con el paso de los años, las parejas con gran diferencia de edad pasan por distintas etapas sexuales (Imagen ilustrativa Infobae)

La vida tiene formas inesperadas de presentar desafíos y revelaciones. A los 45 años, la psicoterapeuta y profesora británica Sonja Falck se encontró en una encrucijada de emociones que la enfrentaron a una realidad que prefería evitar: la 34 años de diferencia con su marido. Estaban empezando a hacerse notar.

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Casada con Colin, un respetado profesor de literatura inglesa de 79 años, los unía un amor profundo e intelectual, un “matrimonio de mentes verdaderas”, como habría dicho Shakespeare. Pero el tiempo había pasado factura y la intimidad física se había ido extinguiendo gradualmente.

“Me había enamorado tan completamente de él casi dos décadas antes que renuncié al sol y la vida silvestre de África para establecerme con él en Londres. Ahora tenía 80 años y nuestra diferencia de edad era notable. No importa cuán sano y en forma estuviera, nadie puede evadir el envejecimiento biológico. Nuestro amor era fuerte, pero nuestra relación sexual había terminado”, escribió con franqueza Sonja en una columna en The New York Times.

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La inercia en la que pasaba sus días felices cambió cuando una amiga sudafricana visitó al psicólogo británico en Londres. Aficionada al tarot, “leyó las energías” en el cuerpo de Sonja y señaló una ausencia en su parte inferior. Esta revelación, aunque esperada, le presentó una verdad que había estado reprimiendo: su deseo latente de pasión.

Toda pareja presenta desafíos a medida que envejece, desde la compatibilidad sexual hasta la social (Imagen ilustrativa Infobae)

En palabras de Sonja: “aquí estaba esta parte de mí que no conocía… que necesitaba pasión”. Y en ese momento apareció Richard, un hombre de su edad, al que conoció en una clase de oratoria: “Después de clase, el atractivo y desconocido hombre me invitó a tomar una copa”.

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Decidieron jugar un juego de misterio en lugar de las tradicionales presentaciones, evitando compartir detalles sobre sus respectivas profesiones. Sonja describió esta interacción inicial con Richard, que era 40 años menor que su marido y no tenía hijos, como un encuentro en el que “volaban chispas”.

Pronto, se vio atrapada en un torbellino de emociones, lo que la llevó a una conversación difícil con su octogenario esposo sobre su nueva relación.

Colin, siempre introspectivo, comparó su situación con el reino animal: “¿Qué sucede en la vida salvaje cuando el primate macho, el elefante o el león envejece? Un rival más joven disputa su lugar con la hembra y luchan hasta la muerte. O el mayor es expulsado del grupo y se marcha solo. La diferencia con los humanos es que podemos tener conversaciones sobre estas cosas. “Podemos tomar decisiones únicas”.

Su vida tradicional dio un giro cuando Colin y Sonja decidieron adaptarse de una manera poco convencional: “Richard y yo nos convertimos en amantes. Se desarrolló un excitante despertar erótico de mediana edad. Nos reuníamos a altas horas de la noche en mi oficina, después de que todos los demás en el edificio se habían ido, y hacíamos el amor hasta el amanecer”.

A sus 45 años, la psicoterapeuta y profesora británica Sonja Falck se encontró en una encrucijada de emociones que la enfrentaron a una realidad que prefería evitar: los 34 años de diferencia con su marido empezaban a notarse (Imagen ilustrativa Infobae)

Con el paso de las semanas, el nuevo amante conoció a la familia de Sonja e incluso compartieron almuerzos y cenas cotidianas. Aceptaron a Richard en su vida y, a medida que su relación se desarrolló, él reveló que era un agrónomo especializado en agricultura regenerativa. Sonja hizo una analogía de la vida que los tres habían elegido, comparándola con el enfoque agrícola de Richard, donde diversas plantas crecen en el mismo campo, apoyándose entre sí.

“Cuando comencé a contarles a familiares y amigos sobre Richard y yo, también encontré prejuicios y desafíos. “Algunos quedaron devastados, advirtiendo que esto podría dañar a nuestros hijos y que estaba arriesgando todo por un extraño”, confesó la psicoterapeuta en su texto publicado en The New York Times.

Sin embargo, esa pasión inicial se convirtió en una relación, una pareja de tres: “Colin y yo reconocimos que siempre tendríamos nuestros hijos y nuestro matrimonio de mentes verdaderas, sin importar si estábamos legalmente casados. El lugar de Richard estaría asegurado si pudiera casarse conmigo. Todo podía continuar como estaba, pero acordamos que Colin y yo nos divorciaríamos legalmente. El divorcio fue sólo un trozo de papel”.

A pesar de los desafíos y juicios iniciales de amigos y familiares, La historia de Sonja, Colin y Richard es una historia real de adaptación y amor.. Richard se mudó y, tres años después de tomar su primera copa con Sonja, comenzaron a planificar su boda: “Los cinco vivíamos juntos en compañía, beneficiándonos mutuamente, sin amenazarnos. Amigos y familiares aceptaron gradualmente nuestra situación inusual”.

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Source: pagasa.edu.vn