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Max Verstappen durante el GP de Las Vegas (REUTERS).
El nombre de Las Vegas ha recorrido el paddock del Fórmula 1 a mayor velocidad que los propios coches. No hubo conversación en la que no se pronunciara el significante de Sin City. No era de extrañar, ya que la llegada del gran circo a la franja americana iba tomando fuerza. Más aún, tras la caída del circuito de Sochi del calendario de la F1, en 2023 acogerá 24 grandes premios, un récord histórico. Más que un secreto a voces, era una melodía, un tarareo que se repetía en el subconsciente a través de la voz de Elvis Presley, el real, o cualquiera de sus imitadores de traje blanco y generosas patillas: “¡Viva Las Vegas!”
La Fórmula 1 aterrizó en Las Vegas. O mejor dicho, Las Vegas aterrizó en la Fórmula 1. Sin City, capital universal del entretenimiento y los espectáculos, dejó su huella en el gran circo, siendo fiel a su doble esencia. Por un lado, presenta la famosa Esfera, cuya construcción costó 2.300 millones de euros, iluminada con motivo del gran premio y, por otro, un circuito en el que las alcantarillas suben al pasar los coches y causan daños millonarios a a ellos. Pregúntale a Carlos Sainz.
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Una cloaca millonaria
El sueño hispanoamericano comenzó en una pesadilla. Apenas habían transcurrido nueve minutos desde el inicio de la primera sesión de entrenamientos libres cuando todos los coches, excepto uno, se vieron obligados a regresar a boxes. El que quedó sobre el asfalto correspondió al Ferrari de Carlos Sainz. Varias tapas de alcantarilla mal selladas se soltaron al pasar los coches y causaron daños importantes en la parte inferior plana del SF23. Mala suerte inicial para él en un nuevo escenario en el que hacía falta mucho para generar confianza
La sacudida BRUTAL que provocó que el Ferrari de Carlos Sainz quedara fuera de combate 😱😱#LasVegasDAZNF1 🇺🇸 pic.twitter.com/yCMGgL8Xjf
— DAZN España (@DAZN_ES) 17 de noviembre de 2023
“Dañamos completamente el chasis, el motor, la batería. Creo que esto es inaceptable. Le han jodido la sesión a Carlos. Nos costó una fortuna arreglarlo.“Es completamente inaceptable”, afirmó Vasseur, director del equipo Ferrari. El jefe no se quedó corto. Según dijo a Infobae España el ingeniero de un equipo de Fórmula 1, la reparación de los daños ascendió a una cantidad cercana al medio millón y medio de euros. Eso sin incluir el motor. La Federación Internacional emitió un comunicado especificando que el problema era “el marco de hormigón que rodea la tapa de alcantarilla”. Inmediatamente se pusieron manos a la obra para sellar todas las alcantarillas para que la segunda tanda de entrenamientos libres del día pudiera desarrollarse con normalidad.
“99% espectáculo y 1% deporte”
La llegada de Las Vegas a la F1 trajo consigo un clima de descontento entre los pilotos. Especialmente de Max Verstappen, ya coronado tres veces campeón del mundo. “En primer lugar, estamos aquí más por el espectáculo que por la carrera en sí.”, dice Max Verstappen, que no teme mostrar su verdadera opinión al respecto y hablar directamente sobre los intereses de un campeonato deportivo en un proyecto como el Gran Premio de Las Vegas. “En realidad no estoy muy interesado en eso, iré allí, haré lo mío y me iré. Depende de quién y por qué será interesante o no. En términos de espectáculo de carreras tal vez no, pero sí en términos de socios potenciales para la F1 y todo el espectáculo que la rodea. Pero repito, no me interesa. “Es 99% espectáculo y 1% deporte”, afirmó antes de subir al coche.
“Aún tengo que ir al simulador. Todavía no sé ni la pista“Para ser honesto, la última vez que lo probé en un juego de F1, creo que choqué con más paredes de las que iba en línea recta, así que espero que ese no sea el caso cuando empiece a conducir allí”, avanza el piloto. Holandés. “Va a ser muy diferente a Brasil; temperaturas muy bajas y, por supuesto, de noche. No tenemos experiencia allí. No conocemos el agarre de la pista, es toda nueva, así que quizás dé algunas sorpresas”, añade.
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Una ruta “insegura”
El GP de Las Vegas se vio afectado antes de que se apagara el semáforo. Uno de los coches del Drivers Parade dejó una notable mancha de aceite en la parrilla de salida. Si la pista estaba complicada, el incidente fue el colofón final de un cóctel que acabó siendo fatal para las aspiraciones del asturiano cuando los motores ya rugían. Alonso hizo un trompo completo en la primera vuelta y se tocó con el Alfa Romeo de Valtteri Bottas. “Pensé que era el final”, dijo Alonso tras verse puesto patas arriba.
“El nivel de agarre de la pista era muy bajo. Con el neumático duro y frío nos ha resultado complicado. Soy consciente de que este problema es igual para todos., pero el asfalto sin agarre en un circuito urbano es bastante peligroso. Sé que el espectáculo desde fuera se ve bien, pero Estos coches no están hechos para tomar curvas a 80 kilómetros por hora, sino correr en Barcelona, en Silverstone, y maximizar el potencial de un F1. Hay que buscar un equilibrio en el calendario con las carreras tradicionales. La carrera estuvo bien organizada, quizás los horarios llegaron demasiado tarde para los mecánicos, la prensa y los pilotos. Creo que el segundo año será mucho mejor, también pasó así en Miami”, afirma el español, noveno piloto en ver la bandera a cuadros. Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas.
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